En un fallo dividido, la Justicia condenó a 16 años de prisión a Elías Gómez, un chico de 22 años que mató a su padre en agosto de 2014, como corolario de un círculo de maltratos al que estaba sometido por éste. Así lo decidieron los jueces Mónica Lamperti y Juan Carlos Curto; mientras que el presidente del tribunal, Gustavo Pérez de Urrechu, votó por la absolución, al tener el cuenta el contexto de violencia en el que estaba inmerso el joven, desde los 14 años, como único conviviente con José Gómez. Su madre y hermano mayor lamentaron la sentencia y adelantaron que el Servicio Público de la Defensa Penal --que los representó en el juicio-- apelará el fallo. También los fiscales Adrián Spelta y Miguel Moreno adelantaron que insistirán con la pena de prisión perpetua. "El se quedó solo con su padre a cargo, que lo maltrataba, lo psicopateaba. El era violento conmigo y con todos mis hijos. Todos nos fuimos alejando, pero Elías no supo ver la puerta", dijo su madre. Amigos del joven también lo defendieron: "No justifico lo que hizo, pero él estaba muy presionado por el padre, que era violento. El es un ejemplo, porque con todo lo que le pasó antes de ese final, él tenía proyectos de terminar la secundaria y estudiar en la universidad", remarcaron. La madrugada del hecho, Elías tomó el machete --una de las armas con las que su padre dormía-- y atacó a la víctima. "Sentí que caía en un pozo profundo. Estaba muerto en vida. Fue un momento terrible y cuando me di cuenta estaba peleando con mi papá. Había sangre por todos lados", recordó en la primera audiencia del juicio.