CIUDAD › LA APDH RECLAMA ACUSACIONES MáS DURAS CONTRA POLICíAS COMPLICADOS POR UN FEMICIDIO.
Lo dijo Eva Domínguez cuñada de Vanesa Celma, la joven madre que resultó quemada tras una discusión con su pareja, Omar Díaz, en 2010. Dos policías y el entonces comisario de la seccional 12ª, están sindicados en el expediente que se lleva por la causa.
› Por Lorena Panzerini
A más de ocho meses de haberse presentado como querellante de la causa por la muerte de Vanesa Celma --la joven madre que resultó quemada tras una discusión con su pareja, Omar Díaz, en 2010--, esta semana la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) llegará a la audiencia con la jueza Alejandra Rodenas para solicitar ese acceso a la causa. Según expresó Eva Domínguez, cuñada de la víctima, la idea es sentar un precedente con respecto a las consecuencias que trae el mal accionar policial en causas de femicidio. "No cuidaron las pruebas y eso complicó la investigación. Ellos fueron artífices y cómplices", dijo la también militante en el colectivo Mujeres de Negro, sobre la situación de dos policías y el entonces comisario de la seccional 12ª, sindicados en el expediente. Si bien están procesados por omisión de funciones e incumplimientos, la APDH reclama acusaciones más duras. En ese sentido, se refirieron a "actitudes discriminatorias de las autoridades hacia las víctimas y sus familias, así como una tendencia de la población y de los servidores públicos a cargo de observar este tipo de conflictos como del ámbito doméstico". Al mismo tiempo, la familia espera la respuesta de la Corte Suprema de Justicia provincial ante un recurso de inconstitucionalidad presentado contra el archivo de la causa respecto de la pareja de Vanesa, quien ni siquiera fue citado a indagatoria por la jueza Mónica Lamperti, quien caratuló la causa como "incendio". Pasado mañana, a las 9.30, darán una conferencia de prensa en la puerta de los Tribunales.
Vanesa tenía 27 años, un hijo de cinco y estaba embarazada de ocho meses. La tarde del 29 de junio de 2010, el nene estaba en la casa cuando Vanesa salió prendida fuego de la habitación donde discutía con su pareja, Omar Díaz. Por la gravedad de las quemaduras, quedó internada en el Hospital de Emergencias, donde al día siguiente le practicaron una cesárea de urgencia: nació una nena. Tras una agonía de cuatro meses, la joven falleció el 22 de noviembre, pero antes llegó a dar algunos datos sobre la violencia a la que la sometió su concubino, durante los once años de relación. El aseveró que ella se quemó sola. Sin embargo, una enfermera declaró lo que Vanesa reveló una noche, mientras estaba internada: ella lo quería asustar, pero fue él quien accionó el encendedor que su esposa tenía en la mano. "Si te querés quemar, quemate ya", le dijo.
Después de las quemaduras, en la comisaría Nº 12, que intervino en el hecho, se perdieron la ropa que tenía puesta Vanesa, las frazadas y sábanas de la cama, y las fotos que tomaron los peritos en el lugar. Por eso, aunque cinco años después, la jueza procesó a los entonces oficiales Mariela Natalia Piccirillo y al cabo César Carlos Caraballo, por violación de documento; y al ex comisario inspector Baltazar Manchado, por incumplimiento de deberes de funcionario público.
Ante ello, el año pasado la titular de APDH Rosario, Florencia Delnegro, adelantó que se pedirían acusaciones más graves ante las irregularidades cometidas. También se quejaron del tratamiento que se le dio en la causa desde el comienzo, cuando no se tuvo en cuenta que hubo un delito, y se la caratuló como "incendio".
En el proceso judicial, la cuñada de Vanesa, Eva Domínguez, escuchó azorada a la ex fiscal Lucía Araoz, que le dijo: "Vanesa murió por amor", para dar por terminada la investigación. Algo que Eva nunca creyó, porque milita en una organización de defensa de los derechos de las mujeres y sabe que "nadie muere por amor".
Luego de los primeros cinco años tras la muerte de Vanesa, en junio del año pasado, el Juzgado de Instrucción Nº 12 -que estaba a cargo de Lamperti-- dispuso el archivo de las actuaciones con relación a Omar Díaz, sin haberlo citado a indagatoria en los cinco años que la causa se mantuvo con la caratula de "incendio". "Como si se tratara de un objeto", se quejó Eva, quien luchó por el cambio de esa calificación. En el mismo fallo procesó a los policías.
En octubre, el juez de la Cámara de Apelaciones, Carlos Carbone, confirmó ese archivo, y la resolución que se encuentra cuestionada ante la Corte Suprema mediante un recurso de inconstitucionalidad.
Mientras tanto, la causa continúa con respecto a los funcionarios policiales que perdieron las pruebas fundamentales para el esclarecimiento de la muerte de Vanesa. En ese marco, la APDH solicitó constituirse como querellante, para participar en el desarrollo de la causa como representantes de los familiares de la víctima.
La organización se quejó en su escrito de que "se perdieron pruebas esenciales; y exigen "que la Justicia se haga responsable" por no haber investigado con perspectiva de género, como aconsejaron el Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (Cladem) y el Programa de Género y Sexualidades de la Universidad Nacional de Rosario, en un amicus curiae.
"La APDH tiene una lectura política sobre cada fenómeno de la vida cotidiana y en especial sobre situaciones de violencia genero, que forman parte del objeto de custodia por este organismo de derechos humanos. Sostenemos que el femicidio es un acto de infinita crueldad y son, de hecho, crímenes de odio contra las mujeres. Nadie mata por amor. Lo que hay detrás es una situación que se enmarca dentro del patriarcado, de la situación de opresión y dominación que padecen las mujeres. La violencia de género se ejerce en un marco estratégico en donde el agresor utiliza el maltrato, psicológico o en combinación con golpes y palizas, para anular y dominar a otro ser humano", sostuvo la APDH en su escrito de solicitud de querellante.
Y agregaron: "En la investigación del hecho, personal de la comisaría 12ª relevó el escenario del evento violento. La falta de diligencia en la inspección ocular, como el extravío de los elementos secuestrados, la omisión de informar oportunamente y la pérdida de las fotografías tomadas resultan cuanto menos limitantes y/o condicionantes tanto de las líneas investigativas a seguir, como de su calificación jurídica. Es evidente y claro que si queremos aproximarnos a reconstruir un hecho, los tremendos incumplimientos destruyen y desnaturalizan el espíritu de justicia, es decir, la búsqueda de la verdad objetiva".
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux