"Ningún jefe de unidad regional toma en sus propias manos un caso de averiguación de paradero durante los primeros días. Seamos claros: esto demuestra que el caso quemaba, y por eso el comisario Marcelo Egido lo corrió al sargento Gabriel Godoy de esta búsqueda y armó otra brigada, tras lo cual el principal acusado, el transportista Gabriel Strumia quedó en libertad". La apreciación corresponde al abogado Adrián Ruiz, quien junto a Rodrigo Mazzuchini representa a la familia de Paula Perassi, desaparecida en setiembre de 2011.

Los abogados querellantes presentaron ayer un pedido de detención de Egido, ex jefe de la UR XVII, ya que en la audiencia de apelación a la prisión preventiva, de la semana pasada, se volvió a hacer mención a que el mismo policía que estaba a cargo de la Jefatura fue quien apartó a Godoy -uno de los policías imputados que dijo haber esclarecido el hecho- de la investigación.

"Estamos pidiendo esta detención dadas las declaraciones que hizo el abogado Paul Krupnik, sobre la intervención que tuvo este jefe de unidad en la investigación por la desaparición de Paula ocurrida el 18 de septiembre de 2011. Cuando el sargento Godoy al parecer esclareció el hecho, fue separado de la investigación y se nombró una brigada especial, conformada por dos oficiales, María José Galtelli y Aldo Gómez, que se instalaron en la misma oficina del jefe de la unidad", dijo Mazzuchini.

"Todo nos va cerrando, porque cuando llegó esta nueva brigada, por los mismos dichos del abogado, no se encontraron más pruebas. Entonces creemos que llegamos a un nexo claro: el jefe de calle Daniel Puyol hace contacto con el jefe de Unidades Espaciales, que es el comisario Jorge Krenz, quien se comunica con el jefe de unidad, Egido, quien contacta al sargento Godoy, quien esclarece el hecho pero se retira sin decir nada sobre ese esclarecimiento y vienen dos personas que en lugar de colaborar, no encuentran más pruebas. Es una organización muy bien aceitada", concluyó.