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La policía capturó el lunes por la noche a un hombre que con un explosivo rudimentario estaba estacionado frente al domicilio de la familia de Matías Ratari, en zona sur. El joven fue asesinado hace dos semanas en Cochabamba al 300, por otro que disparó desde un balcón y que ahora está preso a la espera del juicio. Luis Ratari, padre de la víctima, no dudó en afirmar que el detenido iba a consumar un atentado contra su familia, como forma de intimidarla y llevarla a cesar en la acción penal que promueven contra Lucas Fernández, el autor del homicidio de su hijo.

El sospechoso fue apresado a las nueve de la noche del lunes, a bordo de un Volkswagen Gol Trend, con un bidón de nafta y elementos que completaban lo que usualmente se denomina una bomba molotov. Estaba estacionado frente al domicilio de los Ratari, en zona sur.

En distintas declaraciones a medios locales Ratari recordó el momento del hecho: "Estábamos despidiendo a amigos de la familia que vinieron a mi casa cuando veo un auto que se estaciona atrás del auto donde se iba mi hijo con amigos, y comenzó a mover el auto de atrás hacia adelante, acelerando y desacelerando, y hablando con alguien por el celular".

Fue entonces que Ratari consultó a su hijo si se trataba de un amigo que los venía a buscar, pero dijo desconocerlo. Entonces pidió a su mujer que llame al 911, y un patrullero policial arribó a los pocos minutos.

Ratari recordó también que "bajaron al hombre del auto, me clavó la mirada y me sacó la lengua, y si bien fue un momento muy tenso, les pedí a los amigos que no hicieran nada para no empeorar la situación".

Al bajarlo los policías encontraron una bomba casera, "con una botellita de champagne de cuarto litro, tornillos, clavos, y un bidón de cinco litros de nafta", y fue llevado a la comisaría 16ª, donde quedó detenido.

Allí el hombre se declaró "piromaníaco", y aseguró que disfrutaba quemando containers, por lo que Ratari especuló que "eso es mentira, es evidente que vino a la puerta de mi casa con semejante bomba para tirársela a mi hijo".

Ratari solicitó a la Fiscalía que se secuestre el celular del hombre, acción que fue llevada a cabo para peritar, a pedido de la fiscal Marisol Fabbro.

Matías cayó muerto de un disparo en Cochabamba y Alem, en la madrugada del 17 de abril. Al principio, el episodio fue informado como un enfrentamiento entre ladrones, pero luego la autopsia determinó que el balazo fatal provino de un vecino en cuya casa encontraron balas que coincidían con las lesiones del joven. El caso, no obstante, aún no quedó claro. Dos personas aseguraron que Matías y otro muchacho intentaron asaltarlos pero su padre planteó dudas. La Justicia en tanto ya imputó al joven que acompañaba a Ratari por robo.