Los gremios nucleados en el Movimiento Sindical Rosarino llevaron al gobernador Miguel Lifschitz la preocupación reinante en el sector asalariado por el impacto de la suba de tarifas, sobre todo, el de la electricidad. Pero también abordaron la repercusión de la apertura de importaciones y la retracción del consumo en la estabilidad de las fuentes laborales. Y dentro del planteo general, hubo señalamientos particulares. Por ejemplo, desde los mercantiles se expuso cómo el impacto del tarifazo energético complica la actividad de su patronal y, por ende, del horizonte de esa fuente laboral. También los metalúrgicos de la UOM transmitieron la compleja coyuntura que atraviesa la industria metalmecánica, en especial la de manufacturas de línea blanca.

La secretaria gremial de la Asociación de Empleados de Comercio, Silvana Crocci, planteó al titular del Ejecutivo que los incrementos registrados en las tarifas de la Empresa Provincial de la Energía complican las cuentas de los comercios con menos capacidad financiera, al punto de temer que eso incida en el nivel de empleo del sector. "Nos preocupa porque semejante impacto puede llegar a perjudicar la fuente laboral", dijo.

Lifschitz reiteró la explicación oficial del gobierno cada vez que se pone en tela de juicio la tarifa eléctrica. Les recordó a los gremialistas presentes que "uno de cada tres usuarios de la EPE tiene alguna clase de bonificación por tarifa social". No obstante, el mandatario atribuyó el origen del aumento tan abrupto en la quita de subsidios que dispuso el gobierno de Mauricio Macri apenas asumido.

Otro de los presentes en la reunión de ayer en la sede local de Gobernación fue Matías Layús, secretario general de La Bancaria. "Habíamos solicitado una audiencia al gobernador para expresarle la inquietud del Movimiento Sindical Rosarino en torno a los efectos de las subas de tarifas, y la reunión se extendió sobre todo el panorama de la economía, que es preocupante", dijo. "Estamos a disposición del gobierno de la provincia para acompañar en todo reclamo que tengamos que hacerle al gobierno nacional, ya que ellos son los responsables de esta situación", dijo Layús.

Desde Luz y Fuerza, Alberto Botto propuso que Santa Fe sostenga el pedido a la Nación por la restitución de subsidios a la energía eléctrica. "Como trabajadores lucifuercistas nos preocupa esto porque si la gente no puede pagar la factura a la corta o a la larga nos perjudica. Esta situación nos atañe a todos como sociedad, y si el gobierno no reactiva la economía, con tarifas caras o baratas, todo se va a caer de cualquier modo", alertó.

Un caso puntual que se analizó en la mesa fue el de los metalúrgicos. Ahí estaba el secretario general de la UOM, Antonio Donello, para poner de relieve el riesgo cierto que perciben los trabajadores de ese sector, en especial, los obreros de fábricas de electrodomésticos y de la industria del frío. Allí se reflotó el informe económico de la UOM que reveló la pérdida de 300 puestos laborales desde diciembre, y la importación en el primer trimestre de 2016 de 31.125 heladeras, la misma cantidad que habían ingresado al país en todo el 2015.

Por otra parte, los sindicalistas transmitieron su apoyo a la lucha de los trabajadores municipales en la ciudad de Las Rosas.

Lifschitz, por su parte, coincidió en trazo grueso con el análisis gremial de la situación. "Esta preocupación no es particular de la provincia de Santa Fe. Es una preocupación a nivel país, por eso estamos planteando esta dificultades al gobierno nacional y también de la necesidad de atender con urgencia la situación de los sectores de las economías regionales, del interior y del pequeño y mediano empresario", sostuvo.