"Creo que me pusieron en un buzón como vuelto por todo lo que dije de políticos y jueces. Si tengo que volver ahí me ahorco". Con esas palabras, Ramón "Monchi" Machuca reclamó ser trasladado a una celda común, en el marco del recurso de habeas corpus presentado por sus defensores. Tanto la fiscalía como el titular del Servicio Penitenciario, Pablo Cococcioni, reconocieron que no es un régimen adecuado de detención, pero apuntaron a la seguridad. Tras ello, el camarista Carlos Carbone ordenó el cese de aislamiento en el que Machuca estuvo casi un mes, dentro de Coronda, y el traslado al pabellón Nº 8 del penal. Luego de la decisión, Cococcioni preguntó con ironía: "¿Por qué será que no pidió ir adonde están sus allegados", por los otros miembros de Los Monos, alojados en Piñero. En su verborrágico relato, Machuca contó situaciones que vio en la cárcel y, a pedido del fiscal Guillermo Camporini, el magistrado ordenó que se envíe copia del video de la audiencia al Ministerio Público de la Acusación para que se investiguen sus dichos.

Tras la detención de "Mabu" (por el más buscado), el 7 de junio pasado --luego de haber estado tres años prófugo en la megacausa contra Los Monos--, fue imputado y trasladado al pabellón de la banda en el penal de Piñero, lo que se conoció como una "mala interpretación" de una orden de la jueza Alejandra Rodenas. Cuando se advirtió el "error", Machuca fue derivado a Coronda y encerrado en una celda de aislamiento, utilizada para "sanciones disciplinarias". Sin embargo, en el caso de "Monchi" no hubo problemas de comportamiento. Por eso, los abogados Fausto Yrure y Carlos Edwards presentaron un primer recurso a la jueza Rodenas --quien quedó con la causa tras el pase al nuevo sistema penal del juez Juan Carlos Vienna, que instruyó la megacausa--, el 10 de junio. El Servicio Penitenciario envió fotos de la celda de aislamiento a la magistrada donde se veía un termotanque, inodoro y demás comodidades, por lo que fue rechazado el planteo. El 15 de junio, presentaron un segundo recurso por agravamiento de sus condiciones de detención, que llegó a ayer a la Alzada. "Tiene un colchón en el piso, un agujero en el piso y una canilla con agua congelada. Las fotos son una ficción", resumió Yrure.

Dos calzoncillos. "Yo estoy viviendo un calvario ahí. Es una pieza de un metro y medio por dos, con las paredes manchadas de sangre; y cuando las fueron a pintar, me pintaron la ropa. Yo no sé qué problema tiene la gente de Cococcioni conmigo. Tenía solo dos calzoncillos: el que tenía puesto y otro que me dieron mientras estaba en el pabellón 7 de Piñero, pero el que se estaba secando en una jaula, fue soldado. Tampoco hay agua caliente para tomar un té, porque yo no tomo mate. Hice seis días de huelga de hambre para que me saquen de ahí y nadie me fue a pesar. Además durante diez días comí con la mano, porque no me querían dar cubiertos y ahora me dan unos de plástico, pero después me enteré que una celda encontraron un arma, ¿y yo no puedo tener cubiertos? Me sacaron al patio, que es más chico que mi celda, los días de lluvia. Yo pedí estudiar y trabajar ahí para no volverme loco, pero me dijeron que con el aislamiento no puedo", dijo en una seguidilla de frases.

Machuca se refirió también a situaciones generales dentro de la cárcel: "Me gustaría que alguien vaya a ver cómo están los pibes ahí". En ese contexto, denunció que los celadores "tiran gas pimienta" y a otros internos "los alejan de la zona de las cámaras de seguridad para pegarles". Incluso reveló que "un chico se ahorcó", pero no dio detalles.

Cococcioni dio los motivos por los cuales se encerró a Machuca en aislamiento. "Esto no es un capricho contra Machuca, sino que es una práctica que se da con los internos de alto perfil. No podemos ignorar quiénes son. A Machuca bien pueden quererlo matar o ayudarlo a fugarse. Se busca evitar riesgos", dijo.

La defensa de Monchi apuntó a tratados internacionales de derechos humanos que hablan del aislamiento como un acto degradante e inhumano; pero también mencionaron el reciente protocolo homologado por el juez José Luis Suárez, ante un planteo del defensor público Gabriel Ganón, que "rige solo en el sur provincial, porque el mismo planteo fue rechazado por un juez de Santa Fe", advirtió Camporini, quien consideró que ello no es excusa para garantizar los derechos de los detenidos.

En su decisión, Carbone se manifestó "perplejo" por esa cuestión. "Un protocolo que rige en media provincia es esquizofrénico. Pone a Cococcioni en bipolaridad. Si hay un protocolo para el Servicio Penitenciario debe ser tomado como guía. En los últimos diez años cambió el mapa delictivo. Como brazo del gobierno, el Servicio Penitenciario no se hizo cargo de esto. Hay cuestiones que deben tener previstas", le dijo a Cococcioni; y le recomendó que se reúna con las Cámaras Penales. "La ley dice que la cárcel no puede ser un castigo. El aislamiento no se puede justificar", advirtió. En ese punto recordó el caso de "Mi sangre", quien está "acusado de gravísimos delitos", a quien la Cámara de Casación Penal le hizo lugar a un habeas corpus por el tema del aislamiento.

Finalmente, por pedido de Cococcioni, Carbone le preguntó a Machuca dónde se sentiría seguro y éste mencionó el pabellón 8, desde donde los internos le enviaron una nota donde le expresaban que será bien recibido.

Por otro lado, la defensa del imputado hará una presentación ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), porque consideran que existió "imparcialidad" durante la investigación del juez Vienna.