Esta noche los peones y titulares de licencias de taxis volverán a brindar servicio nocturno tras seis jornadas sin recorrer las calles de la ciudad a raíz de los últimos asaltos y agresiones sufridas. "Volvemos a trabajar porque existe la promesa de incrementar los patrullajes policiales en los corredores seguros. Si esto funciona van a bajar gran parte de los reclamos por la inseguridad", sostuvo el titular del Sindicato de Peones de Taxis, Horacio Boix. El dirigente gremial estuvo ayer en el Concejo junto a los ediles que integran la Comisión de Seguridad, donde se analizaron las distintas alternativas a implementar al interior de las unidades (blindex, control satelital, botón de pánico). "Pero no se decidió nada en concreto por falta de consenso", contó Boix.

Hoy a las 16 en el edificio de la ex Aduana volverán a reunirse peones, titulares de licencias, autoridades provinciales y municipales para discutir las medidas a aplicar en lo inmediato para darle mayor seguridad a los trabajadores del sector, que el fin de semana pasado fueron blanco de una serie de ataques. A raíz de aquellos incidentes, el Sindicato de Peones resolvió interrumpir totalmente el servicio hasta la tarde del lunes. El servicio nocturno no se prestó hasta esta noche.

Boix reconoció que los afiliados al gremio volverán a circular por las calles de la ciudad "con cierto temor. El problema de la inseguridad no es fácil de resolver, pero es fundamental para que frenen los ataques que haya presencia policial en las zonas más inseguras de Rosario".

Por caso, esta noche arrancan los controles en los denominados "corredores seguros", en las principales calles y avenidas de la ciudad donde estarán los móviles policiales. Las autoridades de la Unidad Regional II informarán a los tacheros sobre los puestos dispuestos para que los conductores realicen gran parte de los viajes por esas arterias, hasta que sea necesario desviarse al interior de los barrios para dejar al pasajero en el lugar por él solicitado.

Ayer, los taxistas acudieron a la Comisión de Seguridad del Concejo que preside la edila radical Daniela León. Durante el cónclave, convocada de urgencia por las autoridades del cuerpo, se analizaron las distintas medidas que pueden aplicarse, contempladas en una ordenanza sancionada en el Palacio Vasallo años atrás, para dotar de mayor seguridad a la actividad. "Más allá de la buena predisposición que tuvieron los concejales no se decidió nada por falta de consenso", resumió Boix.

El titular del Sindicato de Peones reiteró que el sector que conduce es partidario de "implementar cuánto antes el sistema de control satelital monitoreado por policía y financiado por el Estado sea provincial o municipal". Para Boix, "las otras opciones que se están barajando no resuelven el problema de fondo. Por ejemplo la tarjeta magnética debe coexistir con el pago en efectivo, la luz de pánico es una medida irrisoria, de qué sirve prender una luz fuera de la unidad en un barrio periférico en plena madrugada. Y el blindex no se puede implmentar en los coches más chicos", razonó el dirigente gremial.