Rodolfo Steinbrecher, el twittero que fue denunciado por gobernador Miguel Lifschitz, pidió ayer disculpas públicas pero quedó imputado porque el fiscal Nicolás Foppiani lo acusó por instigación a cometer delitos e incitación a la violencia colectiva. El fiscal dijo que la acusación se basó en algunos mensajes que conminaban a manifestantes "a colgar" al gobernador, a presentarse a su domicilio y atentar contra el mandatario y a sus allegados, justo en la misma noche en que hubo una manifestación masiva en Rosario. "Entendemos que se generó un temor razonable de que estas conductas podían llegar a tener algún asidero", argumentó Foppiani. "Tuve cuatro minutos de violencia verbal, pero allanarme la casa por esto es inentendible", dijo el imputado quien tuvo que depositar una caución de 100 mil pesos para quedar en libertad, deberá comparecer mensualmente mientras dure el proceso, y tiene prohibido salir del país sin previa autorización judicial.

Luego de escuchar la acusación del fiscal Foppiani, que se refirió a los cinco mensajes publicados en la red social en los que Steinbrecher --bajo el usuario "@RudyKentton-- pedía "colgar" al gobernador Lifschitz, el juez Juan Carlos Curto accedió al pedido de un cuarto intermedio solicitado por la defensa para que el imputado, de 64 años, pudiera declarar. Cuando retornaron, se declaró inocente. "No tengo antecedentes, creo en la libertad de expresión, y trabajo en países donde existe el estado de derecho", explicó.

En poco menos de 20 minutos, el acusado de incitar a la violencia, quien se había presentado espontáneamente el sábado ante la justicia, aseguró durante la audiencia imputativa que escribió "una catarata de tweets de loco" y negó que sea "un desestabilizador". Le pidió disculpas a Lifschitz "por el exabrupto", pero dijo que el gobernador "aprovecha su poder para aplastarme". Además, señaló que apoyaba a Margarita Stolbizer y a Elisa Carrió porque "representan a la moral de la Argentina", y que también utilizó la red social para "hablar mal de (Mauricio) Macri y (Horacio) Larreta".

El imputado se mostró sorprendido porque le allanaron dos veces el domicilio, en el que dijo vivir con su tía, por los mensajes en Twitter. "No se tienen que tomar las cosas tan literales, tengo 35 mil tweets publicados, el fiscal debe ser la primera vez que tiene una causa como ésta. Lo que dije es contra lo que está pasando. Soy un ciudadano común que sufre por la gente", señaló Steinbrecher. "No trabajo para el FBI, la KGB, ni para el gobierno de Macri, ni para los servicios", se atajó.

Acompañado por la abogada Malena Corvalán, Steinbrecher tenía varias anotaciones en un papel escrito a mano y se lo notaba nervioso. Por momentos su relato, apuntando a la libertad de expresión, era consistente; en otros, caía en lo anecdótico: "Venía a Rosario a ver a (Juan) Baglietto para hacerle notas en Canal 13".

El imputado cuenta con 180 movimientos migratorios. Según explicó, tantos viajes obedecen a su actividad como "asesor de empresas" en países como Rumania, Ucrania, Estonia y Rusia. Dijo contar con varios pasaportes europeos porque tiene padres alemanes y abuelos yugoeslavos.