Al no estar definida la acusación contra Alejandro Gálvez, uno de los cinco policías sindicados en el crimen de Jonatan Herrera, el juez Juan Andrés Donnola lo liberó hasta el juicio oral y público, tras 20 meses de detención. Al mismo tiempo, la Fiscalía pidió perpetua para la agente del Comando Radioeléctrico, Gladys Galindo, como presunta coautora del crimen. Así, los cinco policías imputados se encaminan hacia el juicio oral.

Para el juez Donnola "no se puede hablar de dos delitos". Antes de otorgarle el beneficio, el juez evaluó que lleva 20 meses preso, sin imputación firme. "Si se quisiera profugar, ya se habría ido", dijo por el año que el acusado estuvo en domiciliaria. Sin embargo, le ordenó presentarse semanalmente a la Oficina de Gestión Judicial. Para la abogada de la familia, Analía Abreu, la liberación tuvo que ver con la "ineficacia" de la Fiscalía.

Pero antes, el fiscal Adrián Spelta deberá reencuadrar la imputación contra Gálvez, ya que éste había cerrado un juicio abreviado por abuso de armas, pero la Cámara Penal lo declaró inadmisible, por lo que quedó nuevamente bajo la figura de tentativa de homicidio.

El fiscal deberá analizar si lo lleva a juicio por tentativa de homicidio (como le endilgó al principio de la investigación) o por abuso de armas, tal la figura que aplicó para cerrar el juicio abreviado que se cayó ante la insistencia de la familia de la víctima, que quiere a todos los implicados sentados en el banquillo.

Ayer, Spelta planteó que el imputado debía seguir preso porque el encuadre legal en su contra volvió a ser el de tentativa de homicidio, al revocarse el abreviado. Sin embargo, la defensa planteó que lleva 20 meses preso, que el último año fue en domiciliaria y que siempre la cumplió. Sobre el abreviado que el propio Gálvez decidió firmar, por tres años de prisión, dijo que "para obtener la libertad, quiso hacerse cargo de un hecho que no cometió". Además, la abogada Sara Marcos señaló que es "arbitrario e inconstitucional" mantenerlo preso, para luego criticarle al fiscal que haya estado de viaje el exterior, mientras ella preparaba el pedido de cese de prisión.

La querella de María Elena, madre de Jonatan, estuvo de acuerdo con el fiscal; mientras que los abogados del hijo de la víctima, Paul Krupnic y Gustavo Feldman, estuvieron de acuerdo con el cese de prisión y apuntaron contra el defensor provincial Gabriel Ganón, porque dijeron que "él les recomendó que apelaran el abreviado" (a los otros querellantes), lo que a su criterio favoreció para la libertad.

El 4 de enero de 2015, Jonatan estaba en la vereda de su casa cuando personal del Comando irrumpió con una persecución. Agentes de la Policía de Acción Táctica (PAT) bajaron de un colectivo y también usaron sus armas. Tres balas le dieron a Jonatan. Una semana después fueron detenidos los policías Ramiro Rosales, como autor de uno de los disparos mortales (con pedido de prisión perpetua), y los agentes Francisco Rodríguez, Luis Sosa (ambos con pedido de 12 años de prisión) y Gálvez, por tentativa de homicidio. A fines de junio, Spelta ordenó la detención de Galindo sindicada por disparar la otra bala mortal que dio en el cráneo de Jonatan.