Ariel "Guille" Cantero será imputado mañana a través de una videoconferencia, por el delito de amenazas contra el juez Edgardo Fertitta. El imputado en la megacausa de la banda de Los Monos y en un expediente por venta de estupefacientes, permanece preso en Rawson, desde donde hace un mes llamó al juzgado del magistrado que le negó un traslado a un penal provincial. "Decile al juez que se meta el traslado ya sabe dónde, y que lo voy a matar", dijo la voz del otro lado de teléfono, a una empleada del juzgado de Sentencia 3. Ese mismo mediodía, el magistrado lo denunció en el Ministerio Público de la Acusación. Los abogados del acusado, Carlos Varela y Adrián Martínez, presentaron ayer un pedido de suspensión, porque consideran que se violan garantías constitucionales como la entrevista previa con los abogados.

El magistrado, que es víctima en la causa a cargo del fiscal Fernando Dalmau, está a cargo de la investigación contra la banda de Los Monos, que llegarán a juicio oral tras el frustrado abreviado que pretendía condenar a 9 años al apodado Guille.

Sin embargo, en el marco de la causa federal contra la banda, en enero se dispuso llevar a Cantero y otro imputado a provincias del sur. Desde allí, el acusado pidió un traslado para estar más cerca de su familia. Pero como desde el Servicio Penitenciario indicaron que no había espacio, el juez Fertitta lo denegó.

Así, el viernes 19 de agosto, a las 12.40, Guille llamó dos veces al juzgado, pero la respuesta fue que el magistrado no se encontraba. En el segundo intento, Cantero lanzó la amenaza. Se anunció como "Cantero" y le dijo a la empleada que le deje ese mensaje al juez. La llamada se anunciaba como "proveniente de un establecimiento penitenciario".