A casi tres años del brutal crimen de Michel Campero, la causa volverá la Cámara Penal ante la disconformidad de la Fiscalía y la querella por un fallo que sobreseyó a uno de los policías imputados y procesó a otro por exceso en la legítima defensa. El pibe de 18 años fue baleado en una esquina de Granadero Baigorria, a manos de dos efectivos (padre e hijo) de civil. Lo acusaron de robarles una moto. Al inicio de la causa, Omar Guillermo Dal Lago y su hijo Omar Jesús fueron sobreseídos porque aseguraban que se trató de un enfrentamiento a tiros; sin embargo, Fiscalía y la querella plantearon que el joven fue atacado por la espalda, la noche del 6 de enero de 2014. El comisario inspector y su hijo volvieron a estar bajo la lupa cuando la Alzada revocó los sobreseimientos y ordenó que se profundice la investigación, ya que las acusaciones sostienen que no hay prueba alguna que dé cuenta de un enfrentamiento, porque el arma que le encontraron a Campero era una réplica. Pese a ello, la jueza Delia Paleari mantuvo el sobreseimiento del hijo y procesó la padre por el delito de exceso. La querella apeló las dos cuestiones porque sostienen que fue una ejecución. La fiscal Cristina Herrera presentó el recurso contra el sobreseimiento. "Me voy a encadenar en Tribunales, no me importa si me muero ahí", dijo María Isabel, madre de la víctima.

La noche del crimen, Omar Jesús Dal Lago llegó a su casa de Granadero Baigorria con su esposa, en una moto. Dos personas, en otro rodado, lo abordaron. Uno de ellos se bajó y a punta de pistola se llevó la moto del policía que estaba de civil. Enseguida, el comisario Dal Lago, que era jefe de la Brigada de Orden Urbano en Rosario, vio lo sucedido y los dos salieron en un auto a buscar a los sujetos, que huyeron en una moto cada uno. Cuando los encontraron, Dal Lago padre --según su relato-- disparó al aire para intimidar. Uno de los hombres logró escapar, pero Campero perdió el control y chocó con un colectivo, que lo dejó tirado en el suelo. El relato policial fue que el muchacho se reincorporó y les apuntó. Pero solo fue un justificativo para los tiros que recibió Campero, por los que perdió la vida; porque en el expediente no hay pruebas de un enfrentamiento. La querella denunció que las únicas balas fueron las policiales.

Tras el sobreseimiento dictado por la jueza Alejandra Rodenas, en diciembre de 2014, la Fiscalía y el Centro de Asistencia Judicia (CAJ) apelaron la resolución, y se quejaron de que tanto la reconstrucción del hecho como los testimonios se hicieron con la hipótesis policial. En 2015, el camarista Carlos Carbone revocó el sobreseimiento y la causa volvió a la etapa de investigación.

Así la causa recayó en manos de la jueza Paleari, quien sostuvo que Dal Lago padre tuvo un actuar "imprudente y negligente", por lo que enmarcó su acusación en una legítima defensa excesiva; mientras que desvinculó al hijo.

Ante esa resolución, el abogado querellante Valentín Hereñú --que representa a la madre de Campero-- y la fiscal Herrera presentaron diferentes apelaciones: el primero apuntó a una disconformidad con lo resuelto sobre los dos imputados; mientras que la fiscal solo apeló el sobreseimiento de Dal Lago hijo. Ahora, se espera que la Alzada ponga fecha a la audiencia que será oral y pública.

En diálogo con Rosario/12, María Isabel manifestó que no quiere que la causa "quede como un hecho más de gatillo fácil". Y agregó: "Mi hijo ya tenía un tiro en el muslo, ¿por qué no lo llevaron detenido en lugar de matarlo? Ni siquiera tenía pólvora en sus dedos. Lo mataron como a un perro", sollozó.