El intendente Miguel Lifschitz salió ayer a enfriar la polémica desatada por el posible aumento en el transporte urbano de pasajeros, al señalar que "por el momento no estamos analizando ningún incremento en la tarifa". Pero la sensación ya está instalada a partir del reconocimiento de varios funcionarios públicos que se refirieron al "atraso tarifario" y a la necesidad de tener que salir a "compensar si viene -como se dijo- un recorte en los subsidios nacionales". Por su parte, el titular de la empresa Las Delicias, Rubén Rodríguez, agregó otro punto de vista a la discusión: "Si el municipio saca todas las franquicias que tenemos, no hace falta ningún aumento", explicó aprovechando la coyuntura para colar un reclamo de la patronal que ya tiene varios años. Aún sin querer abonar la hipótesis del empresario, pero sí para dar una idea de cómo funciona el sistema; la secretaria de Servicios Públicos Clara García, recordó que en Rosario hay "40.000 mayores de 69 años que viajan gratis, al igual que 10.000 discapacitados y 43.000 niños y jóvenes que viajan a mitad de precio". La oposición en el Concejo salió a plantear claramente que "no puede ser otra vez el usuario el que deba soportar los costos", dijo el vicepresidente primero del cuerpo, Osvaldo Miatello (PJ).

"Es muy bueno que la municipalidad hoy administre un empresa como la Semtur, porque ahora saben claramente cómo son los costos del sistema. Ya no somos los empresarios solos los que tenemos que ser los malos de la película y salir a pedir aumento de tarifa al Concejo como hacíamos antes", dijo Rodríguez. Para el empresario, "en la ciudad si hoy estamos percibiendo unos 3.000 pesos por unidad de subsidios nacionales, en Capital Federal y Gran Buenos Aires, están percibiendo entre 6.000 y 7.000 pesos por coche. Hay un desfasaje enorme".

Pero para Rodríguez hay otro elemento fundamental en Rosario. "Aquí se pagaron aumentos a los choferes muy por encima de la media nacional y además subsisten franquicias que en otros lados del país no eviten", dijo el empresario en declaraciones a LT8 y aprovechó para hacer el reclamo: "Yo les aseguro que si acá se eliminan las franquicias, no hace falta ningún aumento de transporte".

Ayer, la secretaria de Servicios Públicos Clara García dijo que "miramos con alerta la situación de un gobierno que no sólo no refuerza los subsidios para el interior sino que los va a bajar y vemos con preocupación los aumentos de costos", pero agregó que "no quiero avanzar en cifras todavía si bien estamos estudiando los números". Y agregó que "a fin de año seguro habrá novedades" sobre los precios del gasoil y entonces "analizaremos qué hacer, no quiero tirar ninguna cifra que no tenga fundamento pero cuando uno compara ciudades similares a Rosario, vemos que Santa Fe tiene $ 1.15 y Córdoba $ 1.20 desde hace más de un año y en Rosario hay 40.000 mayores de 69 años que viajan gratis, al igual que 10.000 discapacitados y 43.000 niños y jóvenes que viajan mitad de precio". Respecto a si es ético aumentar la tarifa con la licitación del nuevo sistema en marcha, García afirmó que " lo que garantizaba la licitación no es un precio fijo sino una fórmula que determina cuáles son los costos que integran la tarifa".

Por su parte, el vicepresidente primero del Concejo Municipal Osvaldo Miatello (PJ), aseguró que "hay que evitar este incremento, no pueden ser los rosarinos los que sigan pagando los costos" del servicio. Para el concejal, el intendente Lifschitz debe "presionar a las empresas privadas para que den un buen servicio, y si el intendente no las quiere enfrentar, que tome el servicio en sus manos y lo administre desde la intendencia" y se preguntó: "¿Por qué la Semtur pudo adquirir 50 coches nuevos si el transporte da pérdidas?".

En relación a los subsidios Miatello afirmó que "está bien pelear por una mejor distribución de los subsidios, pero, en ese marco, debe exigirse a las empresas locales que mejoren sus servicios, con mayores frecuencias y calidad en sus coches. Y, sobre todo, evitar un aumento en el costo del boleto, porque de ese modo sólo se descarga en la gente de menores recursos el peso de sostener a empresas semimonopólicas que no invierten un peso".