Una fuerte discusión con su pareja fue el detonante para que la mujer, Carla G, de 28 años, con aparentes problemas psicológicos, haya decidido abandonar a su bebé de tres meses en la puerta del Hogar del Huérfano, ubicado en Laprida al 2100. El episodio ocurrió en la madrugada de ayer, cuando la mujer, en un acto de desesperación, tocó el timbre en la puerta del orfanato, dejó dentro del moisés a su hijo, Salvador, en la puerta y se marchó. Advertido de la situación, un hombre que pasaba por el lugar en una moto, decidió seguirla. Cuando la alcanzó, la convenció para que regresara a buscar a su hijo; que ya se encontraba dentro del Hogar.

El guardia que lo encontró dio aviso a la seccional 4ª, de La Paz 450, y el niño, que estaba en perfectas condiciones de salud, quedó al cuidado de las oficiales que estaban de turno, quienes le dieron la mamadera y cambiaron sus pañales. Finalmente, después del mediodía de ayer, los padres y el bebé salieron de la comisaría, ya que desde el juzgado de menores ordenaron que Salvador quedara momentáneamente bajo la custodia de su abuela paterna.

La directora del Hogar del Huérfano, María Eugenia Saccone, indicó en declaraciones radiales que el abandono se produjo "a la una y media de la mañana. En la institución hay un guardia y una nochera en cada sección de donde están los chiquitos nuestros. El guardia abre la puerta y se encuentra que habían dejado un bebé, dentro de una cunita, con un bolso".

"Pero al mismo tiempo que esto ocurría, un muchacho, que iba en una moto por la calle, al darse cuenta que la chica había dejado al bebé, la alcanzó y evidentemente la convenció de volver. Así que el guardia llamó a la señora que estaba encargada del Hogar y revisó al bebé, que se encontraba en perfecto estado de salud", precisó la titular del Hogar de Laprida al 2129.

Mientras esto ocurría, Marcos L, la pareja de Carla, salió a buscarla y pudo encontrarla en las inmediaciones del lugar donde la mujer, que presentaba un profundo estado de ebriedad, había dejado a su hijo. Juntos se dirigieron hasta el Hogar para buscar a Salvador, pero allí les comunicaron que el bebé ya estaba en la comisaría.

En la seccional continuó la discusión entre la pareja. Según fuentes policiales "después de la ruptura, ella no quería tener ningún lazo con el hombre y por eso decidió dejar al niño". Mientras ellos discutían, Cintia Benítez, una mujer policía que presta servicios en la seccional 4ª, se encargó de alimentar y cambiarle los pañales a Salvador, hasta que entregó la guardia con los ojos llenos de lágrimas.

"Se termina de ir, la verdad que todas lloramos", le dijo a Rosario/12 la oficial María Laura Sobrero, una de las policías que cuidaron a Salvador durante su estadía en la seccional 4ª. "Para colmo le tocó la guardia en la que somos todas madres y nos encariñamos con él, es un gordito adorable. Pero bueno, es lo que teníamos que hacer", precisó la oficial que todavía estaba emocionada por la despedida del bebé.

El juzgado de Menores número 1 ordenó realizar un informe ambiental de la familia paterna, a quien le otorgaron la guarda momentánea de Salvador; ya que la mamá, a la que le dieron contención psicológica hasta que finalizó su arresto en la seccional 4ª, tiene sus familiares en Buenos Aires.