El crimen de Constantino Razzetti fue político, resulta verosímil que haya sido cometido por la Triple A, encuadra en la calificación de 'lesa humanidad', es por lo tanto imprescriptible y corresponde una investigación amplia, profunda y sin limitaciones en el fuero federal. Así se expidió el fiscal general Claudio Palacin al desestimar días atrás la apelación que había hecho la fiscal de primera instancia Adriana Saccone, por la que se oponía a la apertura de una nueva causa en el fuero federal. Al expedirse, Palacín dejó firme la decisión tomada por el juez federal Nº 4 Eduardo Sutter Schneider en cuanto a que atañe abrir una nueva causa en el marco de la averiguación de la Verdad Histórica -que no incluye la citación a imputados- pero el fiscal adelantó que es necesario un proceso penal, integral, profundo y pleno. "Comencemos a bucear, dejemos de hacer surf", dijo Claudio Palacín en su convocatoria a la investigación que aclare el homicidio del dirigente peronista y planteó que corresponde la intervención de la fiscal Griselda Tessio quien está a cargo de la Unidad de Asistencia para Causas por Violaciones a los Derechos Humanos. Palacín compartió con el denunciante Carlos Razzetti, hijo menor del bioquímico asesinado en 1973 cuando era vicepresidente del Banco Municipal de Rosario, el criterio de que fue un crimen político, que encuadra en el criterio de lesa humanidad y por tanto es imprescriptible. Para el abogado patrocinante, Angel Baltuzzi, se trata de un caso líder que puede permitir otras investigaciones sobre los crímenes de la Triple A.

El fiscal general Claudio Palacín discrepó con el criterio que esgrimió la fiscal de primera instancia Adriana Saccone y no mantuvo el recurso de apelación que ella presentó. Aún más, compartió la idea del denunciante Carlos Razzetti en cuanto a que el crimen de su padre -el 14 de octubre de 1973 frente a su domicilio de San Lorenzo 2674- se trató de un delito "esencialmente político" y en el capítulo III referido a 'La denuncia' adelantó su coincidencia en cuanto a que en primera instancia el homicidio "debe calificarse como un crimen de lesa humanidad" y se expidió porque se abra la instrucción jurisdiccional plena en el ámbito federal.

"No puedo menos que coincidir también con el denunciante en que los delitos de lesa humanidad son imprescriptibles", dijo el fiscal general que con su posición confirmó la decisión de Sutter Schneider en cuanto a que era pertinente abrir la investigación pero avanzó sobre el criterio de que se haga por averiguación de la Verdad Histórica sin la citación a imputados. Así explicó su coincidencia con Sutter en cuanto a que se está ante una causa nueva pero está en desacuerdo con la negativa por parte del juez, hacia Razzetti hijo, que pide la investigación "jurisdiccional formal, típica e integral. Esto implica producir todas las pruebas pertinentes y útiles y la citación de los presuntos imputados a prestar declaración indagatoria".

Para decir que hay que investigar de manera profunda, aclarar el crimen y dar satisfacción a su familia y a toda la sociedad, Palacín recurrió a que: "No debemos continuar con el dilema popular del huevo o la gallina ni seguir atando el carro delante de los caballos" -señaló-. Gráficamente: comencemos a bucear, dejemos de hacer surf".

Resulta particularmente interesante la conceptualización de Palacín, contraria a la de Saccone, en cuanto a que si se está en presencia de una denuncia que alude a un delito de lesa humanidad y en la que se acompañan elementos de juicio a los que califica como "serios", también "resulta verosímil la hipótesis de encuadramiento del hecho criminal en las acciones de la Triple A". De allí que sostuvo la condición de imprescriptible del delito -se refirió al de Razzetti o a los cometidos con la participación de un aparato de poder estatal- y que oportunamente se deberá requerir la instrucción "sin ningún tipo de limitaciones ni restricciones".

Después de la negativa de Saccone, Carlos Razzetti mantuvo una reunión con el jefe de los fiscales, el procurador general de la Nación Esteban Righi, y recién el miércoles pasado se conoció la petición de Palacín dirigida a la Cámara Federal por la que desistió de la apelación de Saccone.

El fiscal general también sostuvo que en 33 años "nada se investigó", un hecho que en sí mismo lleva -así lo expresó- a la presunción en cuanto a que el asesinato de Constantino Razzetti "no fue un crimen común sino de lesa humanidad". Para Palacín corresponderá la intervención de la Unidad de Asistencia para Causas por Violaciones a los Derechos Humanos a cargo de Griselda Tessio y creada, justamente, por la Procuración General de la Nación. Palacín entendió que Tessio "seguramente impulsará, sin dilación alguna, la rápida, total y cabal investigación" del homicidio de Constantino Razzetti.

Carlos Razzetti valoró la decisión del fiscal Palacín. "Ahora estoy peleando por la tipificación de la apertura de la causa. Es la primera vez en 33 años que un fiscal se decide a hacer lo que había que haber hecho hace tantos años. La causa estuvo mal prescripta y la resolución del juez Sutter Schneider es insuficiente".

El abogado patrocinante Angel Baltuzzi evaluó como "muy constructiva la actitud del fiscal en cuanto a impulsar la apertura plena de la investigación". Baltuzzi habló de este como de un 'caso líder' ya que si prospera la posición del fiscal general se estaría abriendo la investigación profunda sobre "el que es, posiblemente, uno de los primeros crímenes de la Triple A y que podría dar lugar a la investigación de otros muchos, ya que se estima que esos crímenes podrían haber llegado al número de 1800".