Tras dos semanas de incertidumbre, y luego de extensas negociaciones, los integrantes de la mesa de diálogo instituida por el Consejo Superior de a Universidad Nacional de Rosario lograron ayer destrabar la situación de acefalía en la UNR, al firmar un acta acuerdo donde se destaca el compromiso de los candidatos a rector Darío Maiorana y Ricardo Silberstein a no concurrir a la Asamblea Universitaria citada para el 29 de junio en Casilda y convocar a una nueva que se llevará a cabo el 3 de agosto a las 9 en la Facultad de Arquitectura para designar Rector y Vicerrector para el período 2007/2011. Además, se designó a los decanos, Ovide Menim (por el milletismo) y Claudia Balagué (del socialismo) para que desempeñen algunas funciones rectorales. Se acordó la ratificación de la fecha del 25 de setiembre de la Asamblea Universitaria convocada para la reforma del Estatuto de la UNR, y la aprobación en general de los proyectos presentados por la Federación Universitaria de Rosario. El documento contó con la firma y aprobación de los miembros de la Mesa de Diálogo y representantes de APUR, que habían incorporado la propuesta de la designación de los dos decanos mientras dure el interinato.

Fueron varias horas de negociaciones, que finalmente dieron sus frutos. Bien temprano por la mañana, los sectores que apoyan las candidaturas a ocupar el sillón de rector, del ex decano de Humanidades y Artes, Darío Maiorana, y el de Derecho, Ricardo Silberstein, habían acordado no concurrir a la Asamblea Universitaria citada por el último rector interino, Aldo Gimbatti, en la Facultad de Veterinarias en Casilda; y además, convocar a una nueva para el 3 de agosto.

El problema era convencer a los estudiantes para que firmaran el acta acuerdo, algo que intentaron sin éxito en la primera reunión de la Mesa de Diálogo. Con las nuevas propuestas, los estudiantes pidieron unos minutos para discutirlas. Cuando volvieron a sentarse en uno de los salones de la sede de Gobierno de la UNR, entre chicanas y acusaciones mutuas, los puntos en discusión -especialmente el de los estudiantes, que no tenían tanto apuro en ponerle fecha a la convocatoria a Asamblea para designar al nuevo rector, solicitando garantías políticas- cresparon los ánimos del candidato Maiorana, que pidió un nuevo receso de 15 minutos para descomprimir la situación y poder avanzar.

Luego, las partes consensuaron el texto del acuerdo y decidieron que el Consejo Superior comenzara a sesionar a partir de las 14 con la consigna de aprobar en general los puntos del acta y avanzar en la discusión de cada uno de los puntos en particular. Una vez que ocuparon sus lugares los consejeros, y con la presidencia del decano de Psicología, Ovide Menim, unos minutos antes de las 15, el Consejo continuó con la sesión que había pasado a un cuarto intermedio que se había solicitado dos semanas atrás.

"Quería agradecer especialmente a todos los participantes de la Mesa de Diálogo, y particularmente a quien adhirió y destrabó este duro acuerdo, en el cual todas las partes hemos cedido, que fue el gremio de APUR; y mociono la enorme madurez que han mostrado todos los sectores para llegar al presente acuerdo", indicó Silberstein al hacer uso de la palabra como consejero, para luego pedir que "se apruebe en general el presente acuerdo, y luego se traten cada uno de los puntos del día en particular".

Por su parte, Maiorana precisó que "ha sido muy trabajoso llegar a estos acuerdos, y fue muy importante la participación de los consejeros estudiantiles, y por supuesto, el aporte del gremio no docente, instó en varias oportunidades a que nos sentáramos a intentar encontrar acuerdos. El significado de esto es la voluntad de todos los miembros del Consejo Superior de que el mismo funcione, y la voluntad mayoritaria de los asambleístas de que tengamos prontamente una asamblea electoral en la que podamos finalmente normalizar el funcionamiento de la Universidad".

El consejero estudiantil, Guillermo Grigioni, manifestó su satisfacción por haber reunido al Consejo Superior y que se haya acordado, en primer lugar, "los proyectos que van a marcar las pautas de cómo se quiere gobernar a la Universidad en los próximos cuatro años. Esos proyectos son producto de numerosas luchas que venimos llevando adelante desde el movimiento estudiantil, y entendemos que son pasos importantes para empezar a democratizar esta Universidad".