CIUDAD
De paso por Rosario, donde participó del Festival de Narradores Itinerantes, el promotor cultural cubano Ramón Colubié contó cómo se vive en la isla, de qué manera se sostiene la Revolución y su experiencia en el mundo capitalista.
› Por Paula Kearney
En el marco del Festival de Narradores Itinerantes que recorrió la provincia durante fines de junio, Ramón Colubié, un cubano de 45 años que salió por primera vez de su país natal, pasó por Rosario y relató el modo de vida en Cuba, habló de cómo se sostiene la revolución, cómo vivió su país la enfermedad de Fidel Castro, y contrapuso la realidad en la que fue criado a la que vió en el mundo capitalista, del que asegura que "no es el paraíso, como suelen decir quienes van y vienen de Cuba".
"En Cuba el que no trabaja es porque no quiere. No todo el mundo puede trabajar en una oficina, entonces hay gente que no quiere trabajar en la agricultura, no quieren barrer calles, y sin embargo no tienen una profesión o un título, no han estudiado para trabajar ahí", explicó y apuntó las principales actividades laborales que se desarrollan son la gastronomía, la salud, la cultura y la educación.
- ¿Cómo es el comercio? Aquí cada uno tiene su negocio y su ganancia.
- Allá es igual. A raíz de la crisis de los '90, que se cayó el plan socialista, el país autorizó a personas a montar pequeños negocios particulares y se les cobra un impuesto. La persona que trabaja paga un impuesto y la ganancia es de él. Es parecido a acá, pero no son grandes negocios y no puede trabajar nadie que no sea de la familia en el negocio ese. Trabajan el rubro de alimentos sobre todo, porque las instituciones del Estado no dan abasto para la cantidad de personas que necesitan de los servicios, entonces estos particulares resuelven bastante la situación.
- ¿Sintieron mucho cuando Fidel Castro estuvo enfermo?
- Muchísimo. Hubo miedo. El país sabe que es un hombre insustituible. Asimismo Cuba se mantuvo. Incluso el primer mes y medio, dos meses había una tendencia a suspender cosas, eventos culturales, deportivos, y él dijo que no podía ser, que el país tenía que continuar su vida normal. Así fue. Muchas veces se escucha a turistas que visitaron Cuba decir que el circuito turístico está cercado, que no se permite el acceso al cubano, y que se encuentra gente pidiendo hasta un jean.
- Eso de que prohíban ver a la gente no es cierto. Claro, cualquiera que vaya a cualquier país del mundo para estar metido en un hotel e ir a grandes playas, se va a llevar un criterio que no es el de estar chocando con la gente. Cuba es un pueblo muy solidario, muy dado a las relaciones humanas. Y el hecho de que alguien pida siempre va a existir, porque la gente es inconforme, y es más fácil pedir un jean que comprártelo con tu trabajo. Esto puede sonar un poco retórico y panfletario, pero en Cuba yo diría que el 100% de su población tiene garantizado lo imprescindible para vivir honradamente. La ropa es un poco cara, eso es verdad. Pero cada uno tiene su canasta básica de comida. Cada uno va con su tarjeta de comida -que es muy cuestionada- y saca de su canasta básica. Tienen comida, tienen salud. En Cuba el Estado les paga a todos esos jóvenes que están sin trabajo 150 pesos para que vayan a la escuela, y les da la posibilidad después de una carrera universitaria. Eso no lo ha logrado ningún país del mundo. Y no se pasa hambre. Que podamos comer mejor un día que otro es una cosa, que alguna persona pueda comer mejor que otra, perfecto
- ¿Por qué se da eso? ¿hay diferentes clases sociales?
- A partir de la crisis se despenalizó el dólar, y hay gente que tiene familiares en el extranjero que les manda remesas. Esa gente evidentemente tiene un poder adquisitivo mayor. Las clases que hay son el obrero, el campesino, el trabajador, el profesional. No es lo mismo ser médico que ser un trabajador de la tierra. Si a eso se le puede llamar clases sociales, entonces sí.
- Y más allá del poder adquisitivo, ¿ideológicamente es diferente?
- El ejemplo es que Cuba está ahí, que está ahí la Revolución, y cuando Fidel convoca el pueblo va. Hay quien dice "no, están obligados". Pero el que va a una manifestación es porque quiere. Además, el pueblo cubano siempre ha sido un pueblo rebelde.
- ¿Cómo hizo para salir de Cuba?
- Tiene que llegar una carta de alguien que te invite a salir del país. El Estado cubano es muy claro en eso, a usted le llega su carta de que alguien lo invita y el Estado le da el permiso. En Estados Unidos no se necesita tanto. Usted pide un visado en Estados Unidos, y si le dan la visa se va. Pero de un acuerdo que tienen con el Estado Cubano de entregar 20 mil visas al año no están dando ni 10 mil. Dicen que los cubanos están presos en cuba, y todo lo contrario. En Cuba se camina por la calle con una seguridad increíble, sin violencia.
- Si pudiera puntear las principales diferencias entre lo que vió al salir de Cuba y la realidad allá ¿qué diría?
- El mundo capitalista no asegura tu seguridad personal. En Cuba eso está garantizado. No digo que no haya excepciones. Los extranjeros que van a Cuba caminan por donde les da la gana, y al contrario, encuentran gente que los acompañan hacia donde van. Hay una seguridad increíble.
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