Concluido el clásico, los equipos de la ciudad se enfrentan ahora al tramo más decisivo del torneo, donde se resolverán descensos y promociones. Para este escenario quedó Ñuls en ideal posición estadística y anímica, pero inversamente proporcional es el cuadro en Central, que no sólo debe absorber la frustración de ayer, sino reaccionar de inmediato para encarar un complejo fixture.

La victoria leprosa dejó al club del parque de Independencia (128 puntos en 104 partido) con cuatro puntos de ventaja sobre Central (124 sobre 104), seis sobre Racing (122 en 104) y a diez de Gimnasia de Jujuy (118 en 102).

Pero el diagnóstico deportivo es más grave que el numérico para los canayas. Es que a la dolorosa caída de ayer el auriazul debe sumarle un fixture comprometedor, donde lo esperan en las próximas tres fechas rivales que aspiran al título: el sábado deberá visitar a San Lorenzo, luego tendrá que recibir a River y posteriormente deberá presentarse en La Plata ante Estudiantes. Tras este exigente raid, continuará su camino con Racing de local, Vélez de visitante, Arsenal en el Gigante, Lanús en el sur bonaerense, despidiéndose frente a su gente con Tigre. Porque ante San Martín de San Juan y Argentinos, por la 18º y 19º fecha respectivamente, el auriazul jugará en condición de visitante.

Más flexible sugiere ser la hoja de ruta de los rojinegros, que el viernes recibirán a Argentinos, luego visitarán a Boca y retornarán al parque con Gimnasia y Esgrima. A continuación será el turno de ir Avellaneda para probarse con Independiente, llegará Huracán, lo esperará Colón, vendrá Olimpo e irá con Banfield, para cerrar en el Coloso con Jujuy y San Martín de San Juan.