Desde muy temprano, un centenar productores autoconvocados y de la Federación Agraria quisieron llegar hasta la planta industrial de Grimoldi para entregarle un petitorio a Cristina. Entre ellos se encontraba el dirigente Pedro Peretti. "Habíamos acordado con la policía un operativo para llegar a 200 metros de la fábrica y entregarle, sin ningún tipo de incidentes, el petitorio a la presidenta. Queda claro que el kirchnerismo no tiene palabra. Nos mintieron y nos encerraron con la Gendarmeria", precisó.

Luego de escapar a los controles, tomando caminos rurales alternativos, los ruralistas finalmente pudieron acercarse hasta el alambrado que separa la planta de Grimoldi. Ofendidos porque la presidenta saludaba a los militantes kirchneristas que estaban apostados al otro lado del predio, y no se acercaba a ellos para recibir el petitorio, los productores aprovecharon la sequía para levantar una gran polvareda con sus tractores, mientras eran celosamente custodiados por otro centenar de gendarmes. A pesar de los gritos y algunas escaramuzas, no se registraron incidentes.