La guardia estipulada por la delegación Santa Fe del Instituto Nacional contra la Discriminación (Inadi) para el mes de enero trajo sorpresas: todas las denuncias tuvieron que ver (aunque sea de manera oblicua), con cuestiones de género. La delegada, Stella Vallejos, puntualizó que "ya no se toma de manera natural la violencia contra la mujer, ni cuestiones de acoso sexual". La funcionaria consideró que "han aumentado las denuncias de discriminación por género". Un caso de acoso sexual en la Justicia, cuya víctima debe ser protegida en su identidad; así como una situación de secuestro de dos niños por parte de un marido golpeador, en el que se estableció una resolución rápida, y un caso de violencia de género de un efectivo policial hacia su esposa, también policía, fueron los temas más salientes de la primera mitad del mes.

"Una de las denuncias es de una chica que sufre acoso sexual en su trabajo y como se niega a la situación, es perjudicada de manera alevosa", indicó Vallejos. "Esta mujer sufre el estigma que enfrentan muchas chicas separadas, que son estigmatizadas", indicó la funcionaria. La víctima no apunta -según le dijo a Vallejos- a un resarcimiento económico, sino a restablecer su carrera. Si bien todavía no está sustanciada la investigación, y por ende no se puede afirmar que el acoso existió, para iniciar el trámite la denunciante debió presentar testigos.

Otra situación -no denunciada en este caso por la víctima- fue la de una mujer que debió ser hospitalizada por los golpes de su marido, los dos policías. "A partir de este episodio, desde el Ministerio de Seguridad le están pidiendo al Inadi algún tipo de intervención en la policía, para tratar de incidir en conductas contra la violencia".

En otro caso, Inadi optó por un procedimiento de resolución rápida. Fue por la denuncia de una joven, pobre, que era maltratada por su marido, y por eso se fue de la casa. "Hay situaciones urgentes, de alevosía, en las que no podemos dilatar la solución. Ese fue el caso de una joven, víctima de violencia por su pareja, que tiene dos hijos -relató Vallejos-. Pero la policía no le tomó la denuncia. Un día, su padre la vio golpeada y se llevó a los tres a la casa paterna. Otro día, cuando la chica fue a buscar las nenas al jardín, no estaban. Hicimos la resolución rápida del conflicto. Logramos que se entendiera que la joven era víctima de la violencia, y finalmente, que retomara contacto con sus hijas y un régimen de visita".