Como si la falta de trabajo y la baja de rentabilidad fueran poco, algunos grupos de cartoneros sufren también el vandalismo. Muchos de los que dejan sus carros en la Estación Rosario Norte se encontraron el domingo por la mañana sin sus herramientas de trabajo. "Los carros están destrozados, no sabemos quien los rompió pero fue para hacer daño. Volver a soldarlos nos cuenta cien pesos a cada uno", se lamentó Ernesto, uno de los damnificados. Por otra parte, los cartoneros que realizan su tarea en carros tirados por caballos tienen prohibido ingresar al radio céntrico delimitado por Pellegrini, Oroño y el Río. Una regulación municipal que sigue generando resistencia de los cartoneros, pero se torna vital para que exista un tránsito fluido. También está prohibido que estos vehículos sean conducidos por menores de edad.