No sólo las profesionales que en distintos espacios temporales realizaron denuncias o pedidos de investigación en torno a la situación del Hogar piensan que la institución debe ser otra cosa, distinta de la lógica autoritaria que minusvaliza en lugar de posibilitar una preparación para el afuera, para afrontar nuevas relaciones a partir de conocer la historia personal. Una de las personas que desea una institución con otra lógica es una chica de 21 años que pasó 13 en el Hogar del Huérfano y que desde los 4 años conoce lo que significa la institucionalización. Ella dice que en el HH hubo cosas buenas y malas, habla sobre el maltrato y las sospechas de abuso del preceptor que nunca se manejó por la fuerza sino utilizando la seducción y el enamoramiento hacia las chicas. "No estoy de acuerdo con que un pedófilo trabaje con niños", dijo.

Con 21 años, mucha desenvoltura y un lenguaje amplio y rico esta chica cuyo nombre puede comenzar con cualquier letra del abecedario habló con Rosario/12 sobre su vida en el hogar "ese lugar que quieren mostrar como si fuera 'Rincón de luz', dijo. T. -ella decide su inicial . Habla con cierta sorna y en referencia a la tira de Cris Morena que mostraba la vida de niños sin familia en un hogar en el que la ropa, la decoración de los ambientes y las posibilidades de los chicos aparecen como interminables. Allí no había contexto y la vida se desarrollaba sin que el afuera contaminara la existencia. La vida y sus conflictos se detenían en un momento histórico, así que no había que plantearse grandes preocupaciones para el futuro.

T. con sus tantos años en el hogar, desde los 8 y hasta marzo de 2009, "cuando me dijeron que me fuera porque yo no me callaba por las cosas que ocurrían" , dice que en el HH hay cosas buenas y malas. Entre las buenas "está que siempre se come, el lugar, la educación: yo terminé la secundaria. Allí hay televisión, DVD, atención médica pero también existe gente que trabaja, no toda, que no está preparada para tratar con los chicos, les falta educación. Cuando alguno de los niños hace un berrinche pegaban o nos decían que estábamos en el Hogar porque nuestros padres no nos querían. A lo mejor no es gente mala, pero no sabe cómo tratar. A mí no me gusta (María Eugenia) Saccone, ella llegó cuando yo estaba en la sección medianas, a veces miraba con cara de desprecio y otras de pena. No es bonito eso, porque no te miran como a la persona que sos. Una vez me pegaron con un cuadro en la cabeza y a otras chicas las agarraban de los pelos, les metían una cachetada y eso no me gustaba. Mi abuela me enseñó que hay que respetar a quien te respeta, así que si me hacían algo yo las insultaba".

T. conoce y dice que todo el Hogar está enterado de los que todavía deben mencionarse como presuntos abusos. Ella explica que también la comisión directiva de la Sociedad de Damas conoce "todo esto" y narra que OG. era un preceptor de la sección varones. "Cuando íbamos a Córdoba, a nosotras, las medianas nos encerraban en las piezas y él con las más grandecitas y otras empleadas se iban a bailar. OG. siempre supo llegar a las chicas y buscaba las más grandecitas, a veces de edad pero también de cuerpo y que fueran bonitas. El último año que fuimos a Tanti una de las chicas volvió embarazada y tuvo su bebé, después se fue y no dijo nada sobre el papá de su hijo".