"Tenemos 15 franceses desaparecidos en la Argentina y desde 1976 tratamos de tener datos sobre ellos, pero lamentablemente hasta ahora no hemos conseguido casi nada. Entre las víctimas está mi hijo Ives que desapareció en septiembre de 1976 y, según las pocas informaciones que tengo, fue secuestrado en cercanías del Batallón 121 de la ciudad de Rosario". Así comenzó en mayo de 1995 el relato de Jean Domergue, presidente de la Comisión de Familiares de Franceses Presos y Desaparecidos en la Argentina.

La Asociación presidida por Jean Domergue se formó en París en 1976 e inmediatamente comenzó sus actividades con reuniones todos los jueves frente a la sede de la Embajada Argentina, encabezada entonces por Tomás de Anchorena, un compañero de estudios de Jorge Rafael Videla.

Destacados representantes de la cultura francesa acompañaban a los manifestantes. En el grupo de participantes más activos se encontraban Ives Montand y su esposa Simone Signoret.

Poco a poco París se fue convirtiendo en uno de los centros principales de la denuncia internacional de los crímenes, secuestros y torturas en la Argentina. Ello motivó la creación de un Centro Piloto para elaboración de contrapropaganda que trabajaba en el edificio de la Embajada en la capital francesa y era dirigido por oficiales de la Armada.

Toda estrategia que tratase de mejorar la imagen de la dictadura militar, debía necesariamente tener en cuenta la labor que desarrollaba en París la Comisión de Familiares. Jean Pierre Lhande, un miembro de la Asociación que acompañaba a Jean Domergue en la entrevista dijo que "a través del señor (el rosarino Luis) Sobrino Aranda el almirante Massera tomó contacto con nuestra organización y nos solicitó gestiones para una entrevista con el presidente Valery Giscard D' Estaing, quien aceptó con dos condiciones: el máximo de discreción y que sean liberados prisioneros de nacionalidad francesa detenidos en la Argentina. La entrevista se realizó y apenas concluida, Emilio Massera rompió el pacto de silencio y discreción e hizo declaraciones periodísticas. Eso nos hizo pensar que tampoco respetaría su compromiso de liberar a nuestros compatriotas, pero una semana después la embajada francesa en Buenos Aires nos anunciaba que llegaban cuatro compatriotas a París. Eran detenidos que tenían la visita regular de nuestro cónsul".