Pasadas las dos de la madrugada de ayer, personal de Bomberos Zapadores y Defensa Civil logró recuperar los cuerpos de los dos obreros que fallecieron tras quedar enterrados en el pozo mientras realizaban trabajos. Estaban a seis metros de profundidad. Si bien las primeras informaciones decían que los trabajadores murieron ahogados, más tarde se estimó que tras la caída de la loza que rompió un caño maestro, el primero de los operarios quedó atrapado cuando el agua comenzó a ascender y el otro habría intentado asistir al primero. Para esclarecer la mecánica del accidente, el secretario del juzgado correccional a cargo de la causa, Adrián Orso, ordenó que los cuerpos sean analizados por el Instituto Médico Legal.