-¿Usted tiene problemas de vista? -le preguntó, con ironía, la vocal Lilia Carnero al médico Juan Luis Roberto Ferrarotti. "Testigos han dicho que en el hospital Militar hubo muchos uniformados como custodia en el momento en que se produjeron los hechos que aquí se investigan y eso no puede haberle pasado desapercibido. Le advierto que usted está declarando bajo juramento de decir la verdad y que el falso testimonio también es aplicable para la omisión de datos.

-No estoy ocultando datos ni haciendo ningún falso testimonio-respondió el médico.

-Se nota que las enfermeras tienen mejor memoria que los médicos. Pero le pedimos datos porque acá hay otro menor que todavía está desaparecido.

El entredicho entre la jueza y el médico que trabajaba en la sala terapia intensiva fue un reflejo de la sensación general que flotaba en la sala. "Es que pasó mucho tiempo y el doctor está pensando más en su luna de miel que en el juicio", se mofaba por lo bajo la esposa del imputado Zaccaría, que unos días antes había manifestado que Ferrarotti era uno de los médicos que debió estar de guardia en el momento en que Raquel Negro fue trasladada desde Rosario para dar a luz.

Sin embargo, el médico se mantuvo reticente y desmemoriado. Pero en un momento señaló que "no se atendían bebés en la sala de terapia intensiva" y que "la presencia de chicos era absolutamente anormal", aunque terminó por admitir que vio incubadoras en la sala de terapia intensiva, lo que terminó por aportar más confusión a su relato.