La intendenta Mónica Fein reconoció que la presencia estatal en la periferia urbana es insuficiente ante la instalación de la violencia, pero remarcó que "el Estado son los tres poderes y niveles, no sólo el municipal". Y se resignó a que "el narcotráfico llegó para quedarse", por lo que reclamó "una fuerte presencia de la Justicia" y "trabajo coordinado entre Nación, provincia y municipio". Para la jefa municipal, el narcotráfico "es un conflicto a nivel nacional" y la insuficiencia de las políticas públicas en Rosario se debe a que "hay una profunda desigualdad en Argentina".

Por su parte, el diputado provincial Gerardo Rico reclamó al gobierno provincial "que asuma la responsabilidad" sobre la eclosión de delitos y violencia y "que salga del planteo de que la culpa la tiene otro". El legislador del Movimiento Evita señaló que "en Rosario el 20 por ciento de la población está en asentamientos irregulares, pero el narcotráfico no vive de los sectores humildes sino de lo que le venden a los sectores de mayores niveles de ingreso". Y reiteró que "acá hay una connivencia entre el narco y sectores de la policía".

La diputada nacional socialista Alicia Ciciliani, en tanto, interpretó que por estas polémicas en torno al narcotráfico, "Rosario se ha transformado en un campo de batalla de la mala política, de un canibalismo político peor que el de los '90".