"Es un juego", es el lema que plantean los niños que participan del Taller de la Libertad "por un clásico sin violencia", que coordina Mónica Peralta. "Se avecinan dos partidos amistosos en Rosario y debemos colaborar para que ambos sean una fiesta", señalaron desde el Taller, y en el marco de la campaña para mejorar la convivencia "Hacer para Creer", se impulsa una actividad con el fin de demostrar que "los más chicos sí entienden que el fútbol es una pasión y un juego donde se pueden compartir los cuatro colores que mantienen expectante a todos los rosarinos". Hoy, a las 16, la Plaza Pringles invita a los niños a ir vestidos con los colores de Newell`s Old Boys y Rosario Central, "para ponerle color a la fiesta de la ciudad". Peralta señaló que "las pasiones futboleras constituyen la esencia de la historia cultural y la memoria de nuestro pueblo. Desde los talleres del ferrocarril y desde el patio de una escuela, los fundadores de las dos pasiones de Rosario soñaron con una ciudad compartida y un proyecto deportivo que nos dio identidad a todos. Tenemos como rosarinos e hinchas del fútbol la misión de salvar esos valores. Esta actividad propone un pacto de convivencia, propone decirle no a esos pocos que quieren arruinar la fiesta de muchos". Y concluyó: "Estamos justamente proponiendo actividades que remarquen nuestra capacidad de convivir en paz, ayudándonos mutuamente, conociéndonos y juntándonos. No hay forma de disfrutar un clásico con el grado de violencia que se registró en los últimos días. Hay que sacarle dramatismo, no es una guerra sino un partido de fútbol".