El "Gracias Tata" se tatuó en las paredes de varios puntos de Rosario. Hasta en un auto, que fue estacionado sobre Pellegrini. Su fanático dueño lo adornó con pintura blanca, con letras bien grandes, como para que no queden dudas del idilio. Pasa que Martino pasó a convertirse en uno de los hombres más importantes de la historia del rojinegro. Ya lo era, claro. Pero ahora le agregó un título como entrenador y tiene la libertad para soñar con levantar una Libertadores. Él es el emblema de la recuperación, de la refundación del club del Parque, tras la nefasta gestión que encabezó Eduardo López. Seguramente lo sabe, o lo siente, pero su perfil bajo le impide manifestarlo. Ayer, cuando todo era descontrol a su alrededor, mantuvo la calma para analizar las razones del campeonato.

"Logramos mucho más de lo que pensábamos, los objetivos iniciales, con los que llegamos al club, estaban muy alejados de esto", apuntó Martino en diálogo con los medios. "Se dio porque enseguida nos pusimos de acuerdo, les gustó la idea y la pudimos llevar a cabo, los resultados se dieron, a veces encontrarle una razón, una explicación, es muy difícil, se dio así y hoy lo disfrutamos", ahondó, siempre manteniendo la tranquilidad y eligiendo la palabra precisa para cada definición. También se hizo lugar para elogiar al club al que ama, al que quiere con sinceridad y sin la necesidad de repetirlo públicamente. "Todos saben que este es mi lugar", dijo y soltó una mueca de risa, pícara, elegante. Apenas el plantel ingresó a la cancha para disputar el juego ante Argentinos, los hinchas desataron una fiesta y cantaron por el campeonato. Pero rápidamente sintieron la necesidad de reconocer al técnico, al responsable de estos logros impensados dos años atrás. Como pocas veces, Martino se permitió unos segundos y agradeció a todo el estadio el halago. Se quedó en la antesala al banco de suplentes y saludó a los cuatro puntos de la cancha. "Los de arriba alientan como nunca, en mi vida imaginé yo, aún estando en la platea y viéndolos casi todos los domingos lo mucho que esta hinchada es capaz de alentar y los jugadores son unos valientes de novela, para llevar esta propuesta adelante en el fútbol argentino", exclamó el Tata.

Sobre la derrota con el equipo de Caruso Lombardi, Martino consideró que "no resiste el más mínimo análisis". El entrenador leproso reconoció que Argentinos "ganó bien" y que "es muy difícil jugar este tipo de partidos". No había oportunidad de trazar un análisis y tampoco era necesario si se lo hubiera propuesto. Era mucho más placentero y merecido levantar la cabeza y descubrir un Coloso desbordado de alegría.