Tras el asesinato de Jairo, otro de sus hijos, Eduardo Trasante, se mantiene firme en el reclamo de justicia. "Voy a redoblar esfuerzos", dijo ayer, desde Tribunales, parado frente a una cruz blanca con el nombre de su hijo. Jairo murió este domingo; Jeremías, hace más de dos años, en el triple crimen de Villa Moreno. "A todos nos puede alcanzar esto; a algunos nos alcanza más veces de lo que imaginamos", dijo el hombre, con la entereza que le da la fe. "Hoy entiendo el dolor de otros papás que estuvieron en movilizaciones y marchas, porque las muertes por violencia se multiplican", lamentó el hombre. Al parecer, según adelantó Trasante en LT8, a su hijo le habrían intentado robar la moto. "Se dio una reyerta dentro del bar, que siguió en la calle, involucró a patovicas y luego, a dos cuadras, balearon a mi hijo Jairo. Creo que nadie celebra la muerte, menos cuando es a causa de la violencia. Jairo estaba comenzando a vivir", recordó sobre el chico que tenía la misma edad de su hermano cuando lo mataron en 2012. "Podemos sortear esta etapa como lo hemos hecho tras la muerte de Jeremías; con la de mi esposa, el año pasado. Hay muchos que lloran a sus deudos. Rosario está en estado de emergencia", dijo. En la Justicia ya se investiga el homicidio del chico de 17 años, aunque los pesquisas prefirieron no adelantar nada. En el despacho del juez Juan Andrés Donnola habrá testimoniales en los próximos días.