Sin venta de entradas en el estadio, el clásico de esta tarde solo podrá ser presenciado por los socios de Central. Para acceder a las tribunas generales se requerirá la cuota de enero y habrá que superar tres controles policiales. Las plateas están preservadas solo para los que compraron abonos. En su caso se exigirá en cada uno de los controles el carnet con cuota de enero y el abono. Las puertas del estadio se habilitarán a las 14 y los encargados de la seguridad esta vez prometen ser puntuales, dado que nunca los accesos se autorizan como se anuncia. A los socios que concurran a las populares se les recomienda concurrir al estadio al menos con tres horas de antelación debido a que la Municipalidad cerrará los ingresos una vez que se ocupen las ubicaciones, con lugar para 5500 hinchas en cada bandeja. El operativo de seguridad será realizado por 900 policías, con puestos de control en diferentes puntos de la ciudad. Todas las sedes e instalaciones de Central y Newell's permanecerán cerradas durante el domingo para evitar la concentración de hinchas.

"Para todos los canayas es imprescindible que no se produzcan incidentes en el estadio para evitar sanciones. Debemos tomar el partido como una fiesta y lo deben entender así cada uno de los socios", enfatizó el presidente de Central, Raúl Broglia.

Los visitantes. La delegación de Newell's arribará al estadio a las 15.15 bajo un celoso operativo de seguridad que comenzará en Ricardone, donde quedó concentrado anoche el equipo, y contará con el seguimiento de un helicóptero. Se previó que los jugadores rojinegros no tengan contacto con los hinchas locales, tanto en el ingreso como en el egreso al estadio. Para detectar y registrar cualquier incidente, se instalaron en el Gigante de Arroyito cámaras de seguridad que filmarán los alrededores del estadio durante todo el día.