El juicio laboral es una oportunidad de lucro para profesionales del Derecho ligeros de escrúpulos, lo que en la jerga se da en llamar "caranchos", reflejados en el film homónimo de Pablo Trapero, protagonizado por Ricardo Darín y Martina Gusmán. La industria del juicio ha crecido año tras año en curva sostenida: de 3.012 causas iniciadas en 2003, a 120.349 en lo que va de 2016, al menos hasta mayo pasado, según datos de la UART, la cámara que nuclea a las ART. Todo el sistema de las aseguradoras contiene a 10 millones de trabajadores.

De esa montaña de juicios, el 14,4% se tramita en la Justicia santafesina. Santa Fe es, de esta manera, la tercera jurisdicción con mayor cantidad de juicios laborales, después de Capital Federal (45%) y Provincia de Buenos Aires (15,5%).

Esta situación llevó en junio pasado a la SRT a firmar con la Corte Suprema de Santa Fe a firmar un convenio para reducir la litigiosidad laboral. En ese acuerdo, Larrazabal y el titular de la Corte, Rafael Gutiérrez, y el ministro de Justicia, Ricardo Silberstein, convinieron en que la SRT se hace cargo de todos los peritajes judiciales en caso de accidentes o enfermedades derivadas del trabajo que se tramitan en los juzgados provinciales. De esa manera, pretenden intervenir en esos procesos con la intención de "desalentar la industria del juicio: al bajar la litigiosidad, bajan los costos laborales a las empresas, ya que deben bajar las alícuotas que las ART cobran a los empleadores", se explicó.