Miguel Lifschitz buscará su reelección. Si bien había pocas dudas, ayer el congreso partidario oficializó su candidatura y el intendente "aceptó" pelear por un nuevo mandato en la municipalidad. Miguel Zamarini encabezará la lista de concejales, repitiendo el tándem de las elecciones del 2003. En su primer discurso como candidato, Lifschitz se involucró de lleno en la campaña. Ponderó los logros de su gestión, vaticinó un mejor futuro para la ciudad a raíz de los cambios a producirse en la provincia si Binner resulta electo gobernador y hasta se animó a contestar una a una las críticas de la oposición. Refutó la aseveración sobre la existencia de dos ciudades, una próspera y otra postergada, señalando que eso existe tanto a nivel provincial como nacional, rechazó los cuestionamientos por haber capitalizado el Banco Municipal y destacó los cambios producidos en el sistema de transporte. "Nuestro mayor desafío es avanzar en la construcción de una nueva ciudadanía", planteó.

Hasta minutos antes de subir el escenario Lifschitz no había confirmado oficialmente su decisión de competir por cuatro años más en el Palacio de los Leones. "Es muy probable", dijo a los periodistas al llegar al Patio de la Madera prolongando un acotado suspenso. A esa altura nadie ponía en duda que Lifschitz, tras una primera etapa en la que coqueteó con la idea de no buscar un segundo mandato, disputaría nuevamente la intendencia.

"Hace cuatro años el desafío era difícil pero lo logramos. En estos años hicimos crecer a la ciudad, logramos transformarla, la convertimos en un modelo a nivel nacional e internacional. No sólo por los datos económicos sino por su gestión social, por la participación ciudadana, por el diálogo con las instituciones", sostuvo al iniciar el discurso.

De inmediato Lifschitz reconoció que un eventual segundo mandato implica "nuevos desafíos políticos en un escenario distinto donde imaginamos un futuro mejor para la ciudad insertado en un cambio trascendente para la provincia". Un mensaje para su mentor, Hermes Binner en quien tiene depositadas esperanzas lógicas para mejorar la relación institucional entre municipio y provincia, que hoy considera deteriorada.

Luego el intendente destacó los logros de su gestión. En materia sanitaria remarcó que actualmente el municipio sostiene 60 centros de salud, tiene la mejor maternidad del país y en pocas semanas se inaugurará el nuevo Heca. También enumeró aciertos en políticas sociales, en lo cultural, las políticas impulsadas para la economía social y el fomento a la participación ciudadana a través del Presupuesto Participativo.

"Podrán decirnos que hay dos ciudades, qué descubrimiento en una Argentina desigual. ¿Acaso no hay dos Argentina, dos Santa Fe?, se preguntó el intendente para después cuestionar a la administración de Jorge Obeid por haber permitido "que la provincia haya retrocedido en los índices de mortalidad infantil y de repitencia escolar".

Lisfchitz admitió la existencia de bolsones de pobreza. "Pero que distinta sería la situación si se hubieran invertido los 200 millones que Aguas Provinciales se llevó de la ciudad de los bolsillos rosarinos. Ahora están haciendo algunas obras, lástima que se perdieron 15 años", indicó para después agregar: "Otra sería la realidad si hubieran llegado los 200 millones de pesos de Fondos del Conurbano, si se hubiesen construido las viviendas con recursos nacionales".