Cuando le llegó el turno de subir al escenario a Giustiniani, gran parte de los congresales se habían retirado. Algunos cansados por la extensa jornada política. Otros, en una jugada que desnudó la existencia de facciones enfrentadas al interior de un partido que siempre intenta mostrarse unido hacia fuera. Precisamente los militantes fueron los destinatarios de las primeras palabras del titular del PS a nivel nacional.

"Quiero hacer un reconocimiento a la militancia, que horas después de la granizada (del 15 de noviembre) trabajó día y noche para ayudar a los más necesitados sin pedir nada a cambio. A la militancia de esta ciudad que gobierna Rosario hace 16 años y vende empanadas para poder pagar los gastos de las seccionales", señalo el senador nacional.

Giustiniani sostuvo que el PS no confrontará con el gobierno nacional. "Nosotros confrontamos con los dictadores, con los grupos económicos que saquearon la Argentina. Con el gobierno no tenemos que pensar en blanco y negro. Rescatamos la renovación en la Corte Suprema de Justicia y cuestionamos la reforma al Consejo de la Magistratura. Queremos formar un frente de centroizquierda a nivel nacional como en Santa Fe".

Para rematar su discurso en tono épico sostuvo: "Faltan 168 días para ganar las elecciones. Será en el mes de la primavera, allí florecerán flores rosas (el símbolo partidario) para renovar nuestra esperanza".