Si bien será perentorio podar del presupuesto operativo de Central los diversos gastos innecesarios que afronta mensualmente el club -¿para qué pagarle a un grupo de abogados 4 teléfonos celulares con radio, uno de los cuales tiene línea abierta al exterior?, por ejemplo- para reducir el déficit de 500 mil pesos mensuales, la política de recortes también afectará al primer equipo.

El plantel canaya insume un gasto anual de 2.100.000 dólares, pero más de la mitad de ese dinero (1.100.000 dólares) alcanza para abonar sólo tres contratos: Cristian González, Roberto Acuña y Leonel Ríos. Con el otro millón de dólares se cubren los salarios y primas --si los hay-- del resto del plantel. Aunque más insólito aún es haber pagado 300 mil dólares, como figura rendido en la sede del club, para traer a préstamo por un año y medio a Giovanny Arrechea.

Con los nuevos números que deberá hacer Scarabino, son improbables las continuidades del Kily (salvo que acepte renegociar su vínculo), Acuña, Ariel Garcé (se le debe comprar el paso por 400.000 dólares) y Hernán Castellano.