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1) La culpa no es del chancho, sino del virus.

2) Lavarse las manos todo el tiempo es una actitud típica de Pilatos o al menos de Pilates, o de pileta, o de pilarse. Y además, por otro lado nos dicen que no malgastemos agua.

3) La mayor epidemia no es de gripe porcina, sino de gripe garca; existe gran parte de la población infectada que tiende a votar a personajes que prometen que, si son electos diputados, van a hacer lo que no hacen ahora, que ya son diputados; a otros cuya promesa electoral es el Apocalipsis, a “empresarios exitosos” (el concepto de “empresario exitoso” es el que es capaz de zafar con toda la guita cuando su empresa se funde), a otros cuyo único dudoso mérito hasta ahora es un voto negativo y a otros que harían lo mismo que el gobierno, pero prefieren ser ellos quienes lo hagan, y no el gobierno.

4) Uno de los síntomas de la gripe garca es mirar algunos programas de tevé donde se almuerza “alimento para gorilas”, o donde políticos imitan a imitadores de políticos; una de las complicaciones más graves es confundir a los personajes con los de verdad. Una de las alarmas que requieren atención inmediata es ser invitado a almorzar bananas con cáscara.

5) En caso de percibir usted que usa barbijo hasta para el sexo (y sobre todo si se lo pone en ese momento), no es necesario concurrir al médico, sino al psicoanalista.

6) Se recomienda despenalizar el aborto, ya que se sabe que el embarazo es una situación de riesgo mayor para la gripe.

7) Las reuniones de más de dos personas son factor de riesgo, por lo que se intimará a todos los esquizofrénicos a que desechen todas sus personalidades, y luego el Estado les brindará una, gratuitamente, para que no digan que no tienen ninguna.

8) Las enfermedades pueden complicar el cuadro, por lo que se cambiarán los esquemas de salud a los fines de considerar sano a cualquier individuo que pueda manifestar síntomas de que está vivo.

9) Es correctísimo el cierre de las escuelas, centros culturales y demás sitios. En ese sentido, la población de la ciudad de Buenos Aires es una esclarecida, y votó a las personas idóneas para realizar estos cierres. En el país en general ese problema no existe, ya que durante los ‘90 se cerraron un montón de fábricas, trenes, etc., preservando de esta manera a gran parte de la población, sobre todo a los pobres, o a los que no lo eran antes y después sí.

10) Es sabido que los pobres se enferman menos. Al menos según las estadísticas de las prepagas, la mayoría de los pacientes son de clase media, o alta. Recomendamos entonces a la población empobrecerse, y reconocemos que en este punto el gobierno nacional no ha hecho lo suficiente.

Esto es todo. O casi todo. O la suma de las partes.

Hasta el sábado que viene, lector.