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¡Albricias, recórcholis, cáspita, atiza, wow y todas las onomatopeyas, interjecciones y expresiones idiomáticas que le surjan, lector! Los que hacemos SátiraI12 estamos muy contentos, saltamos en un pie, bailamos sin música, emitimos pequeños y casi imperceptibles gruñidos de placer, le sonreímos a gente que no conocemos, saludamos al portero, al bombero y a la policía (como en aquella vieja canción “¡Viva la gente!”, ¿recuerda?), ponemos monedas en el subte, y le pasamos nuestra tarjeta por la maquinita del bondi, tomamos taxis para poder comentar el tema con el conductor, adherimos a manifestaciones cuyas consignas en realidad no compartimos, reivindicamos luchas utópicas, atípicas y ectópicas, vamos a mesas redondas sobre temas tales como “La importancia de la clara de huevo en el desarrollo de ideologías de extrema derecha” y cosas así, ¡tan contentos estamos!

Es que, ¡por fin, lector!, hemos cumplido 22 años de suplemento, somos adultos en pleno uso de nuestras dificultades mentales, somos conscientes preconscientes y hasta un poco inconscientes de nuestra situación, nuestro estado civil (¡qué bueno que es tener estado civil, pensar que hace 30 años teníamos “estado militar”), de que somos socialmente justos, económicamente libres y políticamente soberanos, al menos en nuestras mentes... Y por eso nos parece muy bien, pero muy bien, que las cosas se hayan liberalizado, y que, con todos los recaudos necesarios, con todas las medidas de protección y garantías que hacen al caso, se pueda, por fin, ¡hacer chistes sobre la marihuana!

Le pedimos, lector, que use este suplemento en lugares privados y, en todo caso, no delante de los niños, pero sabemos que, y nos encanta, en la intimidad de su hogar, o del hogar que usted haya elegido para degustarnos, podrá usted disfrutar de este suplemento con total legalidad. ¡Era hora!

Hasta el sábado que viene, lector.