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¿De vacaciones, lector? Qué bueno, lo felicito. ¡Decidió usted alejarse de todo? ¿Se fue acaso a algún paraíso perdido, a alguno de esos bellos parajes donde la naturaleza reina, la vegetación salvaje impera, la fauna cogobierna en democrático pacto con la flora, sin que tenga voz ni voto la civilización, que suele imponer sus principios y relegar las merecidas reivindicaciones de trigales, maizales, sojales, vacas, bueyes, mosquitos y cocodrilos en pos de la ambición “egológica”, ya que no ecológica, que nos impregna a los autodenominados humanos, quienes a la hora de decidir, rara vez consultamos a nuestros coterráqueos de otros reinos, ni siquiera a los que, apelando a su ingenuidad, convencemos de apoyarnos y llamamos “mascotas”?... ¿o acaso alguien consulta a su canario a la hora de decidir dónde va a ir la familia de vacaciones? ¿Algún helecho tuvo voz y voto en las discusiones familiares? ¿Escuchamos alguna vez decir “nosotros queríamos ir a Gesell, pero la tortuga nos convenció de ir a Pehuajó? ¿Conocemos alguna familia donde sea el potus o el cactus quien decida el menú de la cena? ¿Verdad que no? (No obstante, si alguien responde afirmativamente, le rogamos que consulte a su médico, algo anda raro ahí).

Quizá, lector, usted esté de vacaciones, en contacto con la naturaleza. Y me refiero, en este caso, a un contacto “presencial”, vale decir, no a que esté usted mirando “una hermosa playa” en su monitor, mientras escucha “sonidos naturales en su Ipod y descansa su mente Ram. Nos referimos a usted, no a 2eso que parece que ahora forma parte de usted, pero no”; para ser más claros, hablo de “usted real”, no de “usted virtual”. Espero que me haya comprendido.

Bueno, es probable que usted esté de vacaciones, o no. También es probable que los políticos estén de vacaciones, o no. Y también es probable que estén de “vacaciones virtuales”, pero en la realidad sigan haciendo campaña. O que en la realidad estén de vacaciones y en los sueños hagan campañas. Todo puede ser. Y todo puede no ser. O estar. O parecer. Piense que estamos en un año electoral, y hay unos cuantos que están muy ocupados en demostrarle a la gente que no son lo que son, ni mucho menos lo que fueron, o que no fueron lo que fueron, ni van a ser lo que son, o que van a ser “lo que usted quiera que sean”, siempre que usted los deje ser “lo que ellos quieran ser”. Quizás parte de este texto le suene algo confuso, lector. Bueno, es un manera de entrenarlo, piense que ¡este año va a tener que escuchar cada discurso! Lo estamos preparando.

Bueno, lector, siga disfrutando de sus vacaciones o de las vacaciones de los políticos.

Hasta la semana que viene.