Hoy Sátira Hoy
Por Rudy
¿Cómo le va, lector?, ¿cómo está?, ¿cómo pasó esta semana? Porque ¿vio que últimamente (digamos desde hace 5000 años para acá) a las semanas “hay que pasarlas”?
Porque uno empieza el lunes con su mejor cara de lunes, que es la mejor cara que uno puede poner después de haber pasado un fin de semana maravilloso, donde los éxitos sexuales y futbolísticos se sucedían sin cesar, y sólo se tomaban un respiro para poder disfrutar del exquisito asado, la charla profunda o la película extraordinaria.
Pero también puede pasar que uno empiece el lunes pensando “¿Por qué la dejé?”, “¿por qué me dejó?”, “¿por qué no la/o dejé?”, “¿por qué no se dejó?”, “¡qué plomo este tipo/ esta mina!”, “¡si sigo comiendo asados, en el próximo la vaca voy a ser yo!”, “¡otro sábado sin sexo!”, “¡otro sábado y el mismo sexo de siempre!”, “¡y ahora faltan cinco días para el próximo fin de semana!”, “¡menos mal que es lunes y puedo llamar a mi psicóloga, que se debe haber pasado un fin de semana maravilloso, mientras yo la pasé como el tujes!”, “¡menos mal que es lunes y vuelven mis pacientes al consultorio, que seguro tuvieron un fin de semana maravilloso gracias a lo que vieron conmigo, mientras yo la pasé como el tujes!”, “¡es la última vez que voy al country!”, “¡es la última vez que no voy al country!”.
Y se nos ocurren millones de variantes más, con todo el racimo de “pasarla más o menos”, que podría representar a la mayoría de los lectores, de los argentinos, de los latinoamericanos, de los terráqueos. Y, en caso de que tengan fin de semana, de los marcianos también.
Pero como sea, uno empieza la semana y se reconecta, en caso de que se hubiera desconectado, con las noticias. Y entonces uno se entera de que Carrió se alió con Solanas rumbo a las elecciones del 2015, lo que constituye una verdadera utopía, ya que ninguno de los dos estuvo dos años seguidos en la misma alianza, si revisamos un poco los archivos. Pero bueno, como diría mi abuela: “Y... ¡si se quieren...!”.
Y entonces uno se entera de que en Francia aprobaron el matrimonio igualitario, que allí lo llaman “mariage pour tous”. O sea “matrimonio para todos”. La verdad es que es una expresión que me asusta, porque cuando uno piensa en “para todos” a veces resuena, en general equívocamente (y excepcionalmente no), en algo obligatorio, algo de lo que no se puede escapar, una especie de condena. Y que cada uno piense lo que quiera del matrimonio, pero en todo caso estaría bueno que se casasen solamente los que tengan ganas, con otro/a que también tenga ganas. Y que cada uno tenga ganas de casarse con quien se case. Y viceversa. Si no se entiende bien lo que escribo, disculpen, es que mi francés no es muy fluido.
Y nos enteramos de que dos equipos de fútbol alemanes les metieron 4 goles respectivamente, al Barcelona y al Real Madrid, cuadros que son el orgullo de España, ahora que la crisis económica no les da demasiado para enorgullecerse de otras cosas. Digo, el Barsa y el Real son patrimonio de España, y uno se pregunta si estas goleadas no son parte de un mefistofélico plan de la Merkel para amedrentar a otros países, supongamos a Grecia, Chipre, Italia, Irlanda. Para que se sacrifiquen y paguen hasta el último euro si no quieren irse claramente al descenso. El fútbol, eso sí, siempre da revancha, pero el FMI y la UE no son muy deportistas que digamos.
Y nos entramos de que eligieron presidente en Paraguay, y de que ganó el Partido Colorado, el mismo que gobernó desde 1953 a 2007, ganando todas las elecciones, las que había y las que no había. Es el partido del ex presidente Stroessner, que subió de golpe y cayó de golpe, derrocado por otro presidente que siguió gobernando en nombre del mismo partido. Nos preguntamos si “llora llora, urutaú, en las ramas de yatay” o si “rojaijú”: el tiempo dirá.
Y nos enteramos de que esta semana el 24 de abril se conmemoró el 98º aniversario del genocidio perpetrado contra los armenios. Y aún no reconocido oficialmente. Y nos sigue pareciendo nefasto que aún se niegue, no sólo porque es terriblemente injusto contra las víctimas, sino también porque no hace falta ser Freud para saber que la negación/ olvido es la peor manera de volver a cometer los mismos errores.
Y nos enteramos de que esta semana se votaban leyes que posibilitan la democratización de la Justicia. ¿Realmente la va a democratizar? Muchos dicen que sí, otros dicen que no, y unos cuantos dicen que “no sé” y otros dicen que “como siempre, depende de quién la utilice, una misma herramienta puede hacer mucho bien, o mucho mal”, digamos que el mismo martillo que es muy útil a la hora de clavar un clavo, es un arma mortífera si le pegan a alguien con él. Pero en general la gente no discute sobre la conveniencia o no de la existencia de los martillos.
Igualmente suenan raro los que opinan que “una ley es antidemocrática”. Digo, puede ser antipática, injusta, prejuiciosa, fea, pero una ley que votó el Congreso, cuyos miembros fueron elegidos por voto popular, antidemocrática no es. Nos guste, o no.
Pero ¿sabe qué, lector? Esta semana nadie habló de nada de todo eso. Porque todos, todas, todes y todis nos pasamos la semana hablando de la pelea de hoy, en la que nuestra gran esperanza, Maravilla Martínez, enfrentará al inglés Murray. ¿Actuará otra vez “la mano de Dios” o “el puño” en este caso? Ya lo sabremos.
Mientras tanto, nosotros, como buenos ciudadanos, nos dedicamos a hacer chistes, con la esperanza de que usted los disfrute, y así empiece con toda la alegría el lunes que viene.
Hasta la semana que viene.