Sáb 26.09.2015
satira

Hoy Sátira Hoy

› Por  Rudy

¿Cómo le va, lector, que tal esta semana que ya se está terminando? ¿La pasó bien? ¿Festejó el día de la primavera, el del estudiante, el de la sanidad, el del perdón, o simplemente el día de hoy, la satisfacción de despertarse en este planeta que, con sus particularidades y sus falencias, es el único que tenemos, al menos por ahora, para vivir y dejar vivir?

Ojalá que sí, lector, porque nos gusta que usted festeje, que encuentre en la vida misma, en usted, en quienes lo rodean, más de cerca o más de lejos, motivos para celebrar. Pero si no los tiene, le vamos a sugerir algunos

- El aniversario de la última vez que una mujer/hombre le dijo que sí

- El cumpleaños de su hamster

- El desarrollo de una nueva receta, que quizá lleve su nombre, que fue degustada estoicamente por familiares y amigos, que siguen siéndolo después de dicha prueba

- El haber caminado por las calles sin meter el pie en ningún pozo

- Que una hermosa dama (caballero) le sonrió en plena calle, y era a usted (bueno, quizás era a otra persona que venía caminando detrás, pero en todo caso, usted no lo vio, así que no importa).

- La videocolonocopía/ mamografía dio que “todo bien”.

- El médico le dijo que “está hecho un pibe” y se lo dijo con una sonrisa, como un halago, sin ninguna clase de ironía.

- El profesor de esperanto ha elogiado sus potencialidades.

- Pudo resolver ese sudoku “nivel uno” que lo tenía a maltraer desde hace dos semanas.

- Se ganó un par de entradas con 20 por ciento de descuento para una película que no estaba en sus planes ir a ver, pero ya que hay una oferta, la va a aprovechar.

- Su estrella de rock favorita dejó entrever que quizás en unos años si todo va bien se dé una vueltita por Argentina, aunque como lo dijo en inglés, por ahí usted lo entendió mal, pero no importa, la ilusión igual está.

- Escuchó por ahí que un candidato sin las menores posibilidades de triunfo electoral, pero con toda la buena onda, prometió rebajarle el Impuesto a las Ganancias.

- Un primo que vive en Europa, a quien hace 40 años que no ve, viene de visita, se aloja en su casa (con toda su familia, la de él) y le trae de regalo una bella postal.

- Es su cumpleaños, y recibe varios mensajes de felicitación en Feisbuk.

- No es su cumpleaños, pero por error en la red social dice que sí, y todos sus amigos lo felicitan.

- Le cobran 50 por ciento de más en una factura, pero luego de que usted protestó durante meses, reconocen el error y le devuelven la mitad de lo cobrado de más.

- Su celular tiene señal donde otros no la tienen.

- Fue a pasear a Europa, y nadie le hizo una zancadilla al pasar la frontera.

Si a usted le pasaron o le pasan algunas de estas cosas, lector, ¡tiene sobrados motivos para festejar! Si además tiene usted gente que lo quiera, y a la que que usted quiera, y más o menos se trata de las mismas personas, ¡lo suyo ya es envidiable! Si además goza usted de buena o aceptable salud, lo mismo que los suyos, y tiene el dinero suficiente como para sentir que no le falta, ya vamos a pensar que usted es una persona increíble, y lo tomaremos como un lider a quien seguir, sabiendo que usted, nuestro lector, ¡no nos va a defraudar!

Bueno, lector, si usted no se siente tan líder, tampoco es para que se preocupe. Capaz que con lo que le acabamos de decir se siente agobiado, exigido, sobrecargado. Bueno, no, no es para tanto, no se bloquee, por favor, ni nos bloquee a nosotros, que somos sus fieles seguidores.

Porque en serio, lector, el bloqueo es una mala cosa. Uno se siente bloqueado, y es como si nada entrara y nada saliera. Una especie de autismo, diría algún psiquiatra. Uno está “metido para dentro” y se empieza a dar manija. Los pequeños males, los dramas ridículos que se pueden solucionar con un minuto de “parar la pelota y mirar a los compañeros” o “ desensillar hasta que aclare” se convierten en verdaderas tragedias griegas.

Piense, lector, en las tragedias griegas, ésas donde el protagonista “mata a su padre, se acuesta con su madre y se saca los ojos” como Edipo. O como Orestes, que mata a su madre (Clitemnestra), la que a su vez mató a su marido (Agamenón) para poder seguir acostándose con su primo Egisto. Agamenón había sacrificado a su propia hija (Ifigenia), también hija de Clitemnestra y hermana de Orestes, para que cambiara el viento y poder ir a Troya a rescatar a su cuñada (Helena) que había sido secuestrada por su amante (Paris), según le dijo el oráculo que debía hacer.

Difícil de entender, ¿verdad, lector?

¡Bueno, así esta uno, cuando está bloqueado! Todo es mas dramático, porque... nos dejan solos o... nos quedamos solos.

En estos tiempos hay una tendencia al “bloqueo psicológico”, uno se bloquea solo y luego necesita de la ayuda de un terapeuta que venga y lo ayude a eliminar esas barreras que “para algo uno las puso, de algo uno quería defenderse”, pero pasado ese momento en el que la barrera fue útil como defensa, se convierte en un impedimento, en algo dañino.

Pero a veces esa barrera no la pone uno, sino que se la imponen desde afuera. Alguien, Otro, que trata de defenderse de uno “bloqueándolo”, quizás proyectando en uno sus propios fantasmas. Por ejemplo: un país que suele invadir a otros, siente de pronto el miedo a que otro país, mucho mas pequeño y vulnerable, lo invada.

Y por las dudas, lo bloquea. Lo aísla, lo deja solo, trata de volverlo trágico.

Y quizá pasa mucho tiempo hasta que aparece el “terapeuta” que pueda, o intente al menos, terminar con esa situación tan dolorosa.

De esto, lector, entre otras cosas trata este suplemento. De un intento de acercamiento, de desbloqueo, protagonizado por quien es un lider de estos tiempos, más allá de las creencias o las ideas, todas respetables, que cada uno pueda tener al respecto.

Hasta la semana que viene, lector.

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