Lector, lector, todos estamos de acuerdo en que la educación es fundamental; pero de ahí en más es todo un gran cambalache. Miren, por ejemplo, en este mismo momento: conflictos docentes en la provincia de Buenos Aires; estudiantes que protestan por eliminación de becas en la Capital, disminución de becas (por las que protestan los estudiantes), vuelta de las amonestaciones en los secundarios, inglés obligatorio en las primarias de la Capital; y por si esto fuera poco, la semana que viene es el Día del Maestro. Gloria y loor, honra sin par.

Habíamos planeado que esta columna fuera bilingüe, para que la puedan entender todos los chicos, pero a último momento se nos ocurrió que los chicos de la Capital van a hacer el esfuerzo y aunque sea van a pedirles a sus papitos y mamitas, o a sus tutorcitos, o encargaditos, que se las traduzcan al castellano antiguo. Digo antiguo porque quizá dentro de un tiempo hablar en castellano sea una antigüedad en Buenos Aires; en realidad, es una muestra cabal y concluyente del antiimperialismo militante de nuestro jefe de Gobierno. ¡Mientras en Estados Unidos hay cada vez más gente que habla castellano, tanto que está desplazando al inglés, en Buenos Aires nuestros chicos van a enfrentar esa marea hispanófila manteniendo el inglés como lengua viva, qué se creyeron!

Y nosotros, que somos humoristas, vamos a seguir haciendo lo que nos enseñaron, o sea, hacer chistes.

Pero además, lector, éste es un número aniversario de SátiraI12; hace 21 años de aquel primer sábado de septiembre de 1987 en el que entramos a su casa para tratar de hacerlo reír. ¡Así que feliz cumple, lector!

Nos vemos el sábado que viene.