Desencuentro de dos mundos

Por Rudy

@humoristarudy

¿Cómo le va, lector, como anda? ¿Sabe usted por dónde anda? Si su respuesta es “Sí”, o “a veces” o “puede ser”, ¡Lo felicitamos, lector! ¡Es usted uno de los pocos argentinos., qué digo argentinos, latinoamericanos! ¡Qué digo latinoamericanos, terrestres! ¡Qué digo terrestres, universales!, que tiene una cierta idea acerca de donde está parado, o al menos “sobre qué.

Porque la mayoría prefiere no mirar el piso, sobre todo porque en estos últimos meses la sensación es de que se va alejando, va bajando hasta hacerse invisible, y al mismo tiempo, parece que tenemos que festejarlo, que es una excelente noticia, que cuanto peor nos vaya ahora, mejor nos va a ir en el segundo semestre, en el que ya estamos hace unos 3 meses largos.

No es que antes estuviéramos en el paraíso, nadie dice eso, pero que esto marea, marea

Y hay quien habla, muy equivocadamente a mi gusto, de “grieta” ¿Grieta? ¡ En serio piensan eso, o les conviene pensarlo? Porque “grieta” refiere a algo que alguna vez estuvo entero, y se fue partiendo, le apareció una raya que antes no estaba, una “falla” dirían quizás los especialistas.

Para ser grieta, debería tener un origen.

Bueno, quizás en los tiempos del Hombre de Cromagnon existía el sentido común en serio, todos coincidían en ciertos valores y eso originaba sociedades inclusivas y armónicas. ¿Cómo saberlo?

Pero si nos basamos en la mismísima Biblia, los dos primeros hermanos que existieron se mataron entre ellos, y frente a la pregunta de Dios por Abel, Cain, el sobreviviente, respondió “ ¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?” Lo que en argetino2016, quiere decir “Esa te la debo”.

Aunque también podría querer decir “No se, lo puse a nombre de mi papá” o ”en el segundo semestre te la contesto” . O “En algo andaría” o “YO, argentino”. Cualquiera de las múltiples maneras de negar la realidad, creadas aquí y en el mundo entero.

O sea, brechas, divisiones, abismos, parece que hubo siempre.

Pero además “grieta” querría decir que era algo “uniforme, parejo, que de pronto empezó a romperse. Nada más mentiroso, si nos referimos a la historia de la Humanidad.

Suele pasar que uno es mas fuerte que el otro, mas poderoso, que tiene mas recursos, y que, desde Cain en adelante, niega su culpa, su responsabilidad, termina negando al otro, volviéndolo invisible.

Decíamos ayer que se terminó el mito de “El Hombre invisible” que Mauricio fue mucho mas allá de H.G, Wells, porque hizo realidad su novela. Nada mas que en vez de “ un hombre invisible” consiguió millones, que ahora tienen, tenemos, el problema de volvernos visibles de nuevo. Porque a los invisibles no hace falta darles comida, casa, educación…¡ para que, si nadie los ve! ¡ si no son…! Es una tortuosa pero muy particular manera de alcanzar la “pobreza cero”, no?

Pero desde Cain y Abel, Asirios y Caldeos, Medos y Persas, Titios y Troyanos, Romanos y Cartagineses, Rojos y blancos, Unitarios y federales, Realistas y Patriotas, Imperialistas y Explotados ¡No era una grieta que se hizo, la Historia nació dividida! ¡“Tesis-antitesis, síntesis”, dirían los dialécticos!

Y algunos, en nombre de “unificar” de lograr el triunfo del sentido común” lo que terminan impulsando es que uno de los dos grupos, generalmente el mas poderoso, directamente anule, destruya, inutilice, haga invisible al otro. “Ese afán que conquistarse por la fuerza o por la explotación” cantaban Pedro y Pablo en “La marcha de la bronca” hace unos 47 años. Parece que nada ha cambiado, en ese sentido.

Entonces el sentido de ellos es “lo normal” y el otro “simplemente no existe” “es loco” o “es grasa”. Personalmente creo que ni siquiera son dos, los “sentidos”, las formas de percibir, sino muchos mas millones tal vez. Pero de lo que estoy seguro es que no es “una sola”.

Ese “No hay otra”, que escuchamos tan seguido últimamente, también la escuchamos en los 90, en la segunda mitad de los 60, es posible que Cisneros la sostuviera en el Cabildo Abierto, que Caton la propulsara en el Senado romano, y Cain… bueno, ya sabemos.

Entonces, ese “desencuentro de dos mundos”, en este caso , por una cuestión de fechas, ejemplificado en el desembarco de Colon (y los españoles, y Europa) en el sitio que luego pasó a llamarse América, es el tema de este suplemento. Ya nos imaginamos a algún funcionario diciendo: “Hasta el 12 de octubre de 1492 estábamos aislados del mundo, no figurábamos en el mapa” . ¿En el mapa de quién, lector?

Hasta el sábado que viene.