Y bueno, quién te ha visto y quién te ve, Bi... Centenario... Me suena a Bi... Norma y no Pons... A Bi... Sexual...

En la historia argentina como en tantas otras historias parece ser que los homosexuales no eran patriotas, que la defensa de la patria era sólo patrimonio de los machos a caballo, aunque algún que otro patriota cabalgador más de una vez debe haber deseado ser Lady Godiva en pelotas paseando por el Cabildo con el culo bien parado, o cruzando los Andes y rezando que los soldados la revuelquen en las piedras al sol ardiente de mayo con un tripón como un caballo. Y hay varias cuestiones que me pongo a pensar... Por ejemplo, esa mujer tan patriota y abnegada, llamada raramente Mariquita, ¿qué onda? ¿Sería mujer? O sería una trans solapada? Mariquita dime túuu... Una mariquita escribiendo los Anales de la Historia Argentina... eso sí que es glamour patrio, carajo.

Pero el caso más emblemático del rejunte de patriotas que describe la historia, es sin dudas... ¡Cha cha chan cho chan...! El de French y Berutti.. Síii... dúo fantástico, dúo dinámico como Batman y Robin —para mí, Berutti era más Batman y French, más Robin—, sí, como Laurel y Hardy, como Nu y Eve, Ethel y Gogó, Mirtha y Goldie... Dúo dinámico revolucionario, se me dispara la fantasía y pienso en que a la French le decían la Francesa y a la Berutti, Bergutti, por su dotación burrera, que la French quería repartir cintas de siete colores como el arco iris en primavera y Berutti celeste como el cielo y blanco como la leche materna... Y que de algún aro anal de una marica amiga sacaron el primer molde del amado símbolo patrio y de ahí el dicho urbano machazo: “Ey puto, te voy a dejar el orto como una escarapela”... ¿Quién si no un dúo maricón desenfrenado va andar bajo la lluvia repartiendo cintas de raso echas moñitos para todo el barrio? Y síii, todas encintadas, llenas de moños y lazos bajo la lluvia con dudosos paraguas gritando por la independencia y el casamiento gay, obvio, porque desde esos momentos ya se gestaba la actual protesta, aunque no lo crean ya se van enterando, y Belgrano revoleando su paquete gordo que se observa en todos los cuadros, que nunca se sabrá si era un 22 por 5 real, o simplemente un par de medias, o quizá se metía una alpargata Sorpasso.

Es el Bicentenario, la historia que nos quieren mostrar, la que nos queremos creer, la que nos queremos comer, la de corazón celeste y blanco, aunque siempre en la historia las mariloconas aparecemos para arruinarles la historiona machista maloliente de saturada hormona macho con nuestros plumazos rosados... Y sí, aguante la Francesa y Bergutti caminando con paraguas de burberries y jabots de encaje plumoso y blanco, abrochándoles los moñazos a las frígidas vecinas de miriñaques amplios... Amado dúo dinámico, aguante y sonrían tranquilas desde alguna nube colgando, que nosotras seguimos luchando por nuestros derechos, aunque ustedes no hayan podido blanquear su amor grandiosamente patrio.