Vie 03.09.2010
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LGBTTI

Primeros auxilios

› Por Valeria Licciardi

Una de las cosas que me hubiera gustado leer en algún lugar, o que alguien me dijera, era qué hacer con los pelos.

Cuando uno es chico y sabe que va camino a vivir con una identidad femenina, se presentan muchos interrogantes; lo bueno es encontrar respuestas y soluciones.

Uno de los grandes dilemas que tenía alrededor de los 14 años era qué hago con los pelos que me crecen en la cara. Nunca encontré respuesta adecuada con la que me sintiera cómoda, o que me resulte accesible. Hasta que, experimentando, opté por un sistema no nocivo, económico y que me ayudó a encontrar la solución en ese momento.

Apenas ves que el pelo empieza a crecer, no te toques con nada. Olvidate de la maquinita de afeitar, eso es cosa de hombres.

Comenzá decolorándotelos. ¿Cómo? De la siguiente manera: comprá crema oxigenada de volumen 20, más polvo decolorante, mezclá los dos y empezá a decolorarte todo pelo que veas, con eso podés tirar unos días. Cuando ves que el pelo creció más, ahí optás por la cera: hay vegetal, a la miel, la que consideres; si te animás, depilate; yo te sugiero que vayas a una depiladora de confianza y que ella haga el trabajo, de esta manera el pelo se empieza a debilitar, cuidás tu piel y a la vez te vas sintiendo cada vez más segura y bella. Recordá esto que dice mi mamá: “A la cara y al pelo, siempre lo mejor”.

Otra de las cosas —y no es condición, porque depende de lo que vos quieras y te guste— es qué hacer para que el pelo crezca mucho y sano. Para eso comprate el shampoo que consideres que va con tu pelo; si tenés una peluquera amiga, preguntale cuál te recomienda según tu tipo. Una vez elegido el shampoo, comprás una tableta de pastillas anticonceptivas, las picas y luego las mezclás con el shampoo; de esta manera, las pastillas —que contienen hormonas— harán que tu pelo crezca más y mejor. Creer o reventar, a mí me funciona; igual tené en cuenta que lo que a mí me puede funcionar quizás a vos no. Es cuestión de probar.

Consulté a algunos especialistas por si estos tips tienen alguna contraindicación, y no la tienen: así que, tranquila.

Para terminar, tres infalibles que no cuestan nada: higiene personal rigurosa, ropa limpísima y alegría.

Esto vuelve irresistible a cualquiera, sea hombre, mujer, travesti o animal. Cuando baño a Jorge, mi perro, me dan más ganas de jugar, abrazarlo y revolcarme con él.

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