Hace un año nos preguntábamos hasta cuándo estará vigente y hasta dónde podría llegar. Lo cierto es que la popularidad de Lady Gaga continúa en ascenso y el fenómeno no cesa. Hasta fue considerada entre la personalidades más influyentes del mundo para la revista Time. Una máquina de generar noticias y escándalos.

En marzo último, las imágenes de su show en Nueva Zelanda, donde quedó al borde del desmayo y tuvo que recostarse en las escalinatas del escenario en plena performance del hit “Bad Romance”, rotaron por YouTube para todo el mundo. Sus fans preocupados le reclamaron descanso y baja de decibeles vía Twitter.

Apareció en la revista Vanity Fair reconociendo su condición de célibe, porque asegura no tener tiempo para conocer a nadie y sosteniendo que las relaciones sexuales le quitan inspiración. Soltó este disparate: “Si duermo con alguien, esa persona me quita mi creatividad a través de mi vagina... Estoy perpetuamente sola. Estoy sola en mis relaciones, es mi condición de artista”.

A principios del mes pasado se presentó en el festival Lollapalooza, pero lo suyo no se agotó en su performance en el escenario principal. Irrumpió en pleno show de los pseudo punkitos Semi Precious Weapons besando al cantante, tocando percusión y arrojándose al público en ropa traslúcida para deleite de sus seguidores, que no lo podían creer y se lo agradecieron abrazándola.

Hace poco presentó su último gran invento: Joe Calderone, su alter ego masculino, supuesto novio del cronista de la farándula Perez Hilton. Ahora “Joe” posó para la tapa de Vogue Hommes Japón, aunque en dicha edición nada se aclara sobre la verdadera artífice de la nueva criatura. Fue más lejos aún al dar un extenso reportaje en el que cuenta su vida como mecánico siciliano, aunque dejó una pista cuando declara que conoció a Lady Gaga modelando para el autor de las fotos Nick Knight y lo increíblemente hermosa, simpática e inteligente que le pareció. Nuevamente el rumor de que se trataba de ella se echó a rodar y las fotos de LG dragueada se convirtieron rápidamente en otro de los hitos de una carrera sin límites.