CINE
Surfeando el catálogo del Festival de Cine Mar del Plata, que empieza mañana, encontramos algunos nombres para tener en cuenta a la hora de salir a pescar alguna película diversa.
› Por Diego Trerotola
“Cuando el actual presidente Ahmadinejad dijo que ‘los gays no existen en Irán’ estaba tratando de negar la voz de miles de personas que intensamente desean y merecen ser parte de un discurso público”, sostiene el cineasta Keshavarz. Hay que aclarar que, aunque la homosexualidad está condenada con pena de muerte en Irán, ningún intento de aniquilación de la diversidad sexual vuelve posible la inexistencia del deseo diverso. Así lo demuestra Dog Sweat, la ópera prima de Keshavarz, filmada clandestinamente en Irán, que traza historias cruzadas que ponen en crisis los preceptos islámicos tradicionales: una de ellas sigue las tribulaciones de Homan y Hooshang, dos amigos gays enfrentados a una familia que les impone una vida heterosexual.
Aunque más reconocida por su actuación en Fresa y chocolate, Solaya tiene una obra como directora cubana especializada en género y sexualidad. Su último documental, En el cuerpo equivocado, retrata a Mavi Susel, la primera transexual operada en Cuba en 1988 y casada tres años después. La historia fue cimentada a partir de una relación de siete años entre la directora y Susel, y plantea no sólo la experiencia positiva de la vida trans sino también las contradicciones que pueden implicar construirse como un estereotipo de mujer en la Cuba actual. Una mirada sobre las complejidades de la identidad de género en el contexto de un país donde, recientemente, Fidel Castro reconoció su culpa por las persecuciones a la diversidad sexual.
Pequeña revolución en el Festival de Cannes 2009, J’ai tué ma mère, dirigida, escrita y protagonizada por Dolan a los 19 años, narra la relación conflictiva hasta lo tortuoso entre una madre y su hijo gay adolescente. Con esta historia parcialmente autobiográfica, Dolan se llevó tres premios en Cannes y una decena más en otros festivales, convirtiéndose en la gran promesa del cine canadiense. Este año desembarcó en Cannes con Les amours imaginaires, un triángulo amoroso bisexual donde “Francis y Marie, dos amigos que aman a la misma persona, libran un duelo malsano para conquistarla”. El actor Niels Schneider, el tercero en cuestión, ha sido comparado con justicia con la belleza andrógina del Tadzio de Muerte en Venecia. Ambas películas de Dolan se exhiben en la sección Panorama.
Figura bisagra entre el arte pop de los ’60 y la libertina movida madrileña, Zulueta fue cortometrajista prolífico, director de TV y cineasta de culto del post-franquismo, aunque luego haya decidido casi desaparecer de la escena pública durante décadas. El Festival de Mar del Plata le dedica una retrospectiva tras su muerte, a fines de 2009. Podrán verse sus cortos desconocidos, además de su obra de culto, Arrebato (1979), juego lisérgico de vampirización, protagonizada por Eusebio Poncela y Cecilia Roth, que por esas épocas también se revolcaban en películas de Almodóvar, para quien Zulueta diseñó algunos de los afiches, como el de Laberinto de pasiones. Experimental, de un erotismo extraño, el cine de Zulueta aún interroga con cada una de sus imágenes fuera de la ley.
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