El reality Gran Hermano intenta mostrar cierta integración o pluralidad al integrar en esta casa a un integrante “diferente” que numeró “El 19” (con lo cual lo estigmatiza). Porque ya da por supuesto que Emiliano y Luz están incluidos como “normales” y que el caso novedoso sería una persona con disforia de género. Y no buscaron a una travesti o transexual femenino, porque con Flor de la V tampoco es inédito, sino uno masculino, Alejandro.

Y este chico que intenta corresponder su cuerpo con la identidad de género que ha asumido tuvo una interesante discusión con alguien que aún quiere ser diferente. Cuando debatieron sobre sus sexualidades, Alejandro planteaba su heterosexualidad y Emiliano lo increpaba como homosexual. Y aquí sería interesante reflexionar sobre la sexualidad humana y pensar que la dicotomía Hétero - Homo deja de lado una infinidad de manifestaciones identitarias de prácticas sexuales.

Es que diferentes corrientes de la sexología plantean que a la largo de la vida, la especie humana expresa, desea y practica su sexualidad desde diversas atracciones, que pueden estar preponderantemente hacia uno y otro sexo, o de identidad de género. De hecho, hay quienes hacen el amor con una persona, tienen sexo con otras, e incluso placer con terceros, ampliando la rígida monogamia. En fin, sin llegar a una manifestación bisexual, puede ser que en la práctica se tengan fantasias, acercamientos o acciones sexuales diversas. Por lo que una estricta hétero u homo sexualidad limita una explicación sobre conductas humanas en ese terreno.

Ricardo Romero
Politólogo UBA/Unsam