Las travestis de La Matanza estuvimos muy involucradas en el proceso que decantó en la Ley de Matrimonio, sabemos que significa un gran avance, estuvimos en la firma y hay que reconocer que fue un momento histórico, pero no conozco muchas travestis que hayan hecho uso de ese derecho civil. Creo que solo una que estaba presa y otra que era concejala. Entonces siento que el debate debe celebrarse, la aprobación de la ley también, pero entiendo que es un derecho otorgado desde la perspectiva del derecho liberal. ¿Qué va a pasar cuando se ponga en debate la despenalización del aborto o la ley de identidad de género? Son leyes que atraviesan a las personas involucradas desde los derechos humanos, ya no desde los derechos civiles, porque acá estamos hablando de las miles de mujeres que mueren por año por abortos clandestinos o de la segunda causalidad de muerte en la población travesti que es la aplicación ilegal de silicona industrial. Entonces sabemos que va a haber una resistencia a dar ese debate y que van a querer que estas leyes salgan a medias. El recorte me parece que está dado por un tema presupuestario: ¿de dónde va a salir la plata para que las aplicaciones no sean ilegales? Nosotras exigimos que sea el Estado, a través de los hospitales públicos, el que tiene que proveer a las travestis de las condiciones correspondientes para que puedan hacerlo de manera segura. Con el aborto pasa lo mismo: ¿Cuánto costaría? Hay un trabajo que explica detalladamente cuánto le cuesta al Estado atender a las mujeres por complicaciones y cuánto le costaría hacer los abortos en los hospitales. Es más barato atender las complicaciones que hacer los abortos.

Los problemas derivados de la silicona industrial son muy complejos, todavía hay que investigar mucho. Se destaca la doctora Claudia Ochoa, del Hospital Álvarez, a quien entrevisté para El Teje, ella es una de las pocas personas que se especializó en el tema y quien debería estar involucrada en ese debate.

Para hablar de mi aldea: en La Matanza no hay travestis que se hayan casado, nosotras somos tan antitodo, así somos de complicadas las travas. Pero celebramos la ley porque es un avance muy importante en el marco de la extensión de derechos. Sin embargo, recordamos que hay mucha gente que tiene hambre, más allá de ser travesti, gay o lesbiana. Hay muchxs de ellxs que tienen derecho a casarse pero no tienen trabajo ni vivienda digna así que falta mucho… Debemos seguir trabajando, hay que profundizar desde la seriedad que nos significa haber avanzado tanto. Hacernos cargo y no, por intereses estúpidos, particulares y egoístas, tirar por la borda tantos años de trabajo. Este no es el logro de una persona o de una organización: es el logro de muchas personas que lucharon durante mucho tiempo. Y entre ellos el recuerdo de Carlos Jáuregui, por nombrar a alguien significativo en este contexto.

Las cosas se construyen con articulación política. Y con militancia: mi teléfono celular no se apaga nunca, en esto dejamos la vida.