Lentas pero seguras, cada vez más lesbianas asumen cargos políticos importantes y luchan por los derechos de las minorías. Y –¡oh!– se enfrentan a las fuerzas que las atacan, no por su desempeño político, sino por ser mujeres y lesbianas.
› Por Ariel Alvarez
El pasado 9 de agosto, la ministra de Finanzas de Australia, Penny Wong, dio una conferencia de prensa donde, feliz, anunció que su mujer, Sophie Allouache, dará a luz a fin de año al primer hijo de la pareja. “Estamos muy agradecidas al servicio de fertilización in vitro y a nuestro donante por habernos dado la oportunidad de criar juntas a un bebé”, y también adelantó que el niño conocerá a su padre biológico.
Penny Wong es una abogada de 42 años que ha militado en política desde muy joven dentro del Partido Laborista Australiano y, además, es el primer miembro abiertamente gay del gabinete federal de Australia, que además salió del closet estando en el Parlamento.
Esta maternidad ha avivado el debate por el matrimonio igualitario en una Australia dividida entre los valores puritanos arraigados, sobre todo en el poder, y la gente que está a favor de los derechos de las minorías sexuales. Algunos miembros del gabinete felicitaron a Wong, agrupaciones como Matrimonios Australianos Igualitarios aprovecharon para insistir al gobierno sobre la legalización del matrimonio gay. Cabe aclarar que en Australia está reconocido el derecho de homosexuales y lesbianas a adoptar (aunque sólo en Canberra y Australia occidental), pero no pueden casarse.
Las voces opuestas no se hicieron esperar: el líder de los democristianos, el reverendo Fred Nile, acusó a Wong de ofrecer un mal ejemplo a la sociedad y dijo que está “completamente en contra de la crianza de un bebé por parte de dos madres”. Nile es famoso por su conservadurismo y su fanatismo religioso.
Pero quizá la mayor traba que tenga el matrimonio igualitario y las leyes de defensa de las familias alternativas sea, paradójicamente, la primera ministra de Australia, Julia Gillard. La mandataria que pertenece al mismo partido que Wong (a quien felicita por su maternidad), ha declarado en una entrevista para The Daily Telegraph que está en contra de las uniones homosexuales: “El matrimonio gay está en contra de mi crianza. Yo creo que es importante que la gente entienda las historias de la Biblia, no porque yo sea una defensora de la religión, pero lo que viene de la Biblia forma una parte muy importante de nuestra cultura. Creo que el acto conyugal es apropiado en su forma actual: entre un hombre y una mujer”, dijo Gillard, dejando en claro su postura de no apoyar ninguna “ley antinatural”. El bebé de la ministra australiana nacerá en diciembre, al mismo tiempo que entra nuevamente en discusión la ley de matrimonio gay en el Parlamento australiano. Esperamos desde aquí que la/el futura/o niña/o venga con una ley bajo el brazo.
Quizá la mujer que es emblema de muchas de las igualdades que están ocurriendo actualmente en política sea Johanna Sigurdardottir, quien es nada menos que la primera ministra de Islandia. Esta mujer tuvo sobre sus hombros la responsabilidad de llegar a su cargo en 2009, en medio de la peor crisis: el país estaba en bancarrota y fue el primero en desplomarse en Europa. La ministra es querida por una gran mayoría y su sexualidad no es un tema que le preocupe a nadie, sólo a ella, y que, además de afrontar el descalabro económico, logró con su apoyo que se aprobara el año pasado la ley de matrimonio gay. El mismo día en que entró en vigor en Islandia la nueva ley, Sigurdardottir celebró su propia boda. La mandataria y su pareja, la escritora Jonina Leosdottir, se casaron en julio de 2010, convirtiéndose así en la primera mandataria del mundo en casarse con una persona de su mismo sexo.
Desde 2009 hasta la fecha, la suiza Corin Mauch es la primera mujer abiertamente lesbiana en ser elegida alcaldesa y su sexualidad es para la población algo anecdótico. Militante Glttbi desde siempre, aún asiste con alegría a las marchas del orgullo que se realizan en su ciudad, donde vive una parte importante de la comunidad gay de Suiza.
En el continente americano tenemos a Annise Parker, elegida recientemente como la nueva alcaldesa de Houston (Texas). Esta demócrata tuvo que hacer frente a la campaña opositora que centró sus ataques en el hecho de que es lesbiana, y ahora van por la comunidad Glttbi, pues consideran sus políticas demasiado “tranquilas”.
En México, Consuelo Sáizar es la titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta). Si bien no es fácil encontrar declaraciones en las cuales Sáizar hable de su sexualidad (situación algo entendible dado el contexto), ella es reconocida como lesbiana por las publicaciones más prestigiosas de la cultura lésbica mexicana como lesmexico.org. Lo que es tristemente notable son los numerosos comentarios racistas que dejan los lectores de cualquier noticia que hable de Sáizar: casi todos los que critican su gestión, la atacan brutalmente por ser lesbiana.
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