Antes de escribir y componer Rent, el musical que se constituyó en el referente de los años ’90, Jonathan Larson (1960-1996) estrenó en el off-off Broadway un unipersonal al que llamó 30/90 un monólogo rock. Esa obra convertida en un espectáculo de tres actores en escena y rebautizada Tick, Tick... Boom! es la que presenta desde la semana pasada el director Nicolás Roberto en el Maipo Kabaret.

Aquí, Jon (Paul Jennot) es un prometedor director de teatro en plena crisis existencial, a punto de cumplir treinta años y sin haber logrado un éxito en las tablas. Por su parte, los otros actores, Andrés Espinel y Natalia Cesari, interpretan varios papeles, pero mayormente actúan los dos personajes que completan el conflicto: Michael, el amigo de la infancia de Jon, gay, actor frustrado devenido adinerado empresario; y Susan, la novia, cuyas expectativas de casarse y establecerse lejos del mundanal ruido se contraponen a los deseos del novel artista.

Jennot logra transmitir con simpatía esa mezcla de voraz anhelo de triunfo, bloqueo creativo, esperanza y cierto aire de candidez que lo llevan a intentar conservar a su novia y a su mejor amigo —entrañable, conmovedor y risueño resulta Andrés Espinel—, aunque sus valores bohemios lo alejen cada vez más de todo. Destacable es la actuación de Natalia Cesari en el rol de Susan, que logra conservar a un tiempo su sensualidad, su encanto y su empatía con el público, aun cuando su personaje toma decisiones conservadoras y ajenas a los valores poéticos del protagonista.

De marcado contenido autobiográfico, se vislumbran muchos de los tópicos que aparecerán en Rent y que la convertirán en la obra paradigmática de su época y de su generación: el sida, la bohemia, el neoliberalismo, la contraposición entre cumplir los sueños o pagar el alquiler, el valor y la luz de la amistad y del amor en tiempos oscuros.

Tick, Tick... Boom! resulta aun más conmovedora si se conoce la casi griega historia de Larson, indudablemente el Jon de la obra, mesero de un bar de comidas rápidas quien, en lo que parece una venganza de los dioses, murió prematuramente a los treinta y cinco años, a pocas semanas del estreno del musical que le darían fama y prestigio mundiales, y que le permitiría hacer realidad sus sueños.

Tick, Tick... Boom! Musical de Jonathan Larson con dirección de Nicolás Roberto. Con Paul Jennot, Andrés Espinel y Natalia Cesari. Maipo Kabaret: Esmeralda 443, segundo piso. Martes a las 21.