Poema griego: Fernando Noy

Si pudiera ser la raya/ que pisas con esa goma/o el asiento de la bici/sosteniendo tu volada.
Apenas el mosaiquito/sobre el cual pasas tu toalla/un cacho del trampolín/para lanzarte en picada
a mi boca de agua inquieta.

Cualquiera de las pelotas/disparando en la raqueta/saciarme de tu sudor/ cual Actimel en la espalda.
Lambeteándote los muslos/saliendo del televisor/Tu trono está entre mis dedos/coronando la escafandra
de esas crenchas desnudadas.

Cinco círculos olímpicos/se enlazan como serpientes/ de tantas razas reunidas/en la orgía encandilada.
Abriendo esa botellita/ sos mi sed y el zarandeo /del manjar de tus rodillas/
Ay se te corre la malla/Oh bretel que me hipnotiza/Nunca un más feroz deseo/ gambeteándote en las vallas/
sin detener su creciente/Patea, dale, soy la bocha/lamiendo un botín y otro. Así sucesivamente.

También césped/saliva verde en la tiza/ No existe mayor banquete/que debajo de tu ombligo/por algo para los griegos/ todo semen fue ambrosía.
Al menos volverme ducha/ cualquier cercano azulejo/aun llagando mis rodillas/ te rezo igual satisfecho.
Si pudiera transformarme/ en la Gillette que te afeita/ ser baba depilatoria/ tu flecha dando en mi centro.
Ya hoyo, me santifico/o garrocha suave que te alza/corner recto a tu esplendor
hachazo en flor desde el podio/salvarte del tropezón/ la red de mi arco está en vilo.

Triunfando o no/ sois divinos/ Aúllo en las multitudes/ si juegan siempre sonriendo/algo sienten mi jadeo
que ahora escribo porque es cierto/y en nada pienso rimar/ las palabras mariposas/ surgidas por mi deseo.
No vayas nunca a creer/ que sean sólo una payada/aunque esta voz también bate/ su propio y caliente record.

Tanto músculo, esplendor/ mi musa masturbatoria/ expresa lo que ahora siente/ ante tus dos nuevos sexos
ocultos bajo los pelos/de las axilas velludas/ e incluso las afeitadas/ maratón de sangre pura
dejando mi lengua erecta.
Esto en nada es un poema/ Sólo sos vos que me quema.
Mientras muero de placer/
Escucha: sos mi último aliento...