BAFICI
Joven y Alocada, la película chilena sobre una joven bisexual ganadora del premio al mejor guión en el Festival de Sundance del pasado año, desembarca en el BAFICI.
› Por Andrea Guzman
Una virgen descabezada. Las piernas de Sailor Moon. Una banda de metal religioso. Un blog de relatos sucios. Daniela, una heroína bisexual adolescente en la era de la hiperconectividad. La ópera prima de la cineasta chilena Marialy Rivas –basada en una historia real– resultó ganadora del premio a mejor guión en la categoría World Cinema del Festival de Sundance. Factura de la productora Fábula y Pedro Peirano como guionista –ambas partes responsables del film NO, la chilena nominada al Oscar a mejor película extranjera de este año– Joven y Alocada transita un territorio no demasiado conocido para un país de rotunda tradición católica, los entramados de la comunidad evangélica y las jerarquías que la norman. Sin embargo, refiere una problemática fácilmente identificable para cualquier adolescente en una sociedad tan conservadora como la chilena, la trillada relación entre despertar sexual y las exigencias de la moral religiosa.
Daniela no puede evitar tener –en sus palabras– el “choriflai” completamente en llamas. Es una joven escolar en una intensa ebullición sexual acentuada por la prohibición. Criada en una estricta familia de la clase acomodada chilena, divide su vida entre los prístinos deberes evangelistas familiares y su alter ego de Internet, Joven y Alocada, una bitácora personal donde comparte –con un amplio club de ciber entusiastas– sus historias de fornicaciones, exploraciones, y desazón por el enamoramiento doble que mantiene con chico y con chica a la vez.
No es novedad decir que Chile no es un lugar que generalmente se preste a la discusión seria y abierta sobre sexo –menos aun sobre sexualidad adolescente y homosexual–, o que allí en particular –y en el cine en general– el tema se presente naturalmente desde una perspectiva masculina, por eso, el viaje de esta joven desfachatada, hipersexual y de rigurosa habla soez, ha causado ambas, tirria y fascinación. En Chile, el póster de la película –donde aparecen las dos protagonistas femeninas– fue rápidamente censurado y sacado de circulación de los colectivos aun antes del estreno de la película. Sin embargo, el revuelo por las acusaciones de homofobia fue tal que finalmente hubo disculpas públicas e incluso ofrecimientos de publicitarla de forma gratuita. El Festival de Cine de San Sebastián, por su parte, respondió premiándola por “ser un film valiente como respuesta ante el machismo imperante en Sudamérica”.
Las nuevas tecnologías se instalaron con una rapidez excepcional en Chile. En 2005, durante el boom de la ciber sobreexposición personal de los blogs, el país ocupaba sorpresivamente el primer lugar a nivel mundial de usuarios activos de fotolog y con esto, la emergencia de toda una subcultura urbana con sus propias reglas y códigos lingüísticos que incluía también el inicio de un destape sexual púber. Fue así como la directora se encontró con la historia de la entonces adolescente Camila Gutiérrez, la autora real del fotolog “Joven y Alocada”, que participó como guionista principal del film basado en sus vivencias. “Me cautivaron las columnas, muy bien escritas y muy explícitas, que hablaban abiertamente sobre sexo con hombres y mujeres, mezcladas con historias de su familia evangélica ortodoxa y la oposición entre religión y sexo”, explicó Rivas en el estreno de la película. Por eso, el film asume una forma rupturista en su formato, que se adueña del lenguaje digital, un collage organizado desde la lógica del pensamiento en hipervínculos. Dibujos animados, fragmentos de películas, pornografía, colores flúo, música de Javiera Mena y un orden disparatado al estilo del cerebro adolescente online que no oculta, por otro lado, la dimensión política y discursiva de la historia y su intención de instalar el tema en tiempos donde por primera vez están en la agenda y en discusión las reivindicaciones de los derechos homosexuales. Vale decir, que el estreno del film, lejos de ser una fiesta joven y alocada, se realizó como un sentido homenaje a Daniel Zamudio, joven homosexual asesinado a golpes días antes, cuya cruda muerte aceleró la ley antidiscriminación promulgada en Chile después de una postergación de siete años.
La bisexualidad graficada en la forma explícita del acto pero abordada más allá de sus formas juguetonas, en sus complejidades afectivas. Una película que a pesar de su buen sentido del humor, calentura adolescente y ese color fucsia que lo satura todo, asume un viaje introspectivo más apagado de lo que parece, uno que revela las fracturas profundas de una adolescente explorando su condición sexual, sola, al alero del dios castigador del Antiguo Testamento, la incomunicación con una familia eternamente fuera de foco que la censura y la soledad en su incapacidad de equiparar el deseo, los afectos y las obligaciones. Finalmente, Joven y Alocada no es solamente un contestatario sueño porno bisexual en un país ultraconservador, sino un relato de mucha sensibilidad sobre crecer y descubrirse, y sobre ese viaje que Daniela llama en sus evangelios bloggeros: “la madurasound”. “Ahora que soy noniña no sé si creo en la calma, ni en la felicitarías, ni en la madurasound. Solo creo en estar perdida. Amén, amén y amén”.
Martes 16 a las 23.10 en Village Recoleta. Jueves 18 a las 15.20 en Arte Multiplex Belgrano. Sábado 20 a las 18.20 y domingo 21 a las 15 en Village Caballito.
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